España trabaja hasta el último momento para lograr la oficialidad de las lenguas en la UE
Madrid/Bruselas, 26 may (EFE).- El Gobierno español trabajará hasta el último momento para alcanzar la unanimidad que necesita entre sus socios europeos para lograr la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, un asunto que prevén abordar este martes los Veintisiete.
«El punto está incluido ya en el orden del día del Consejo. (…) Estamos trabajando con todos los Estados, lo haremos hasta mañana mismo para estudiar cualquier duda que puedan tener para conseguir una propuesta sólida», dijo hoy el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, en una rueda de prensa junto a su homólogo alemán, Johan Wadephul.
El Gobierno español ha intensificado los contactos con los países de la UE en las últimas semanas y ha introducido cambios en su propuesta inicial, que se remonta al mes de agosto de 2023, para tratar de vencer las reticencias que a día de hoy siguen teniendo varios socios, explicaron a EFE fuentes diplomáticas.
Así, España prevé que la traducción de la legislación de la UE a los tres idiomas se haga por fases, a partir de 2027, empezando primero por los reglamentos desde el año 2017 y dejando para más adelante el resto de decisiones, como las directivas comunitarias.
Se seguiría así una lógica similar a la que se adoptó con el gaélico, que se convirtió en idioma oficial de la UE en 2007, dos años después de que lo solicitase Irlanda, aunque las leyes no se empezaron a traducir hasta 2015, ante la falta de traductores disponibles.
España, además, insiste en que asumirá el coste que supondría traducir la legislación comunitaria al catalán, el euskera y el gallego, que según una estimación preliminar de la Comisión Europea, basada precisamente en la experiencia del gaélico, ascendería a los 132 millones de euros.
No obstante, para conocer el coste definitivo, hay que saber la cantidad de traductores e intérpretes que hay a día de hoy para el catalán, el euskera y el gallego, así como los sistemas de inteligencia artificial que pueden facilitar el trabajo, según el Ejecutivo comunitario.
El Gobierno alega también que los tres idiomas están reconocidos como lenguas cooficiales en la Constitución española y que se pueden utilizar ya en las Cortes Generales, tanto en el Congreso como en el Senado, por lo que la UE debe aceptar su oficialidad, una demanda que el Ejecutivo elevó a Bruselas a petición del partido catalán JxCAT.
España ha logrado reducir las reticencias de sus socios europeos con las últimas modificaciones a su propuesta inicial, señalan fuentes diplomáticas, pero entre los Veintisiete no hay aún la unanimidad necesaria para que la UE pase de 24 a 27 lenguas oficiales.
La negativa proviene principalmente de los países nórdicos y los bálticos, que temen que se abra un precedente para que se reclame la oficialidad de otras lenguas minoritarias como el ruso o el turco. También Francia recela, por las posibles demandas de corsos y bretones.
«A no ser que pase algo muy inesperado, mañana debe haber una decisión», aseguran otras fuentes diplomáticas, lo que no implica que se vaya a votar la propuesta.
El Gobierno español, que no estará representado por Albares, sino por el secretario de Estado de la UE, Fernando Sampedro, puede solicitar retirar la cuestión del orden del día antes de que empiece la reunión.
Pero incluso si decide mantenerlo, podría ocurrir que los ministros debatiesen la cuestión sin llegar a una conclusión definitiva sobre la oficialidad de las lenguas y dejar el asunto para más adelante, como ha ocurrido hasta ahora. EFE
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