TRAVEL_El paseo que dio origen a un imperio del viaje

La excepcional vista de conjunto que se tiene desde una colina de Zúrich cuesta hoy mucho menos del franco suizo que hace 100 años pagó el primer cliente de Alfred Kuoni por este privilegio.
La cima del cerro Uetliberg ha sido un mirador favorito desde el siglo XIX. En 1906, permitió a Kuoni dar comienzo a lo que se convertiría en la mayor agencia de viajes de Suiza.
Los turistas pagan hoy 25 francos suizos (21 dólares) sólo por el viaje de retorno en tren. El viaje se inicia en una de las plataformas subterráneas de la estación central de trenes de Zúrich y lleva a los turistas a través de las cercanías industriales de la ciudad, antes de rodear la espalda de la boscosa colina donde comienza el ascenso gradual a la cima.
Poco se sabe sobre los primeros «paquetes» de viaje que Kuoni vendió en mayo de 1906, excepto que se trataba de excursiones a la cumbre del Uetliberg en tren de montaña, en el flanco occidental y al Dolder, en la margen oriental.
Ambos miradores tenían ya hoteles y, según Karl Lüönd, autor de un nuevo libro sobre la historia de Kuoni, Alfred Kuoni comprendió mejor que nadie cómo juntar en un solo paquete varias excursiones, por modestas que fueran.
«Para la gente en la época era más conveniente reservar un viaje inscribiéndose en una agencia en el centro de la ciudad porque los ferrocarriles no ofrecían estos viajes en debida forma en el mercado», afirma Lüönd.
Primer viaje en «paquete»
Kuoni, cuya empresa de viajes comenzó siendo simplemente una extensión del exitoso negocio de transportes de su familia, tenía proyectos mayores. Vendió su primer «paquete» de viaje al extranjero –a Egipto-, un año después de haber iniciado su actividad en el sector, en 1907.
Vender excursiones a las cimas del Uetliberg y el Dolder fue la forma más fácil de ganar algún ingreso inicial puesto que en aquellos tiempos los miradores tenían un atractivo difícil de entender ahora.
Eran los tiempos de mediados de la «Belle Époque». La construcción de hoteles crecía en una asombrosa proporción a lo largo de los Alpes suizos y de la Costa Azúl de Francia. Hasta entonces viajar seguía siendo un privilegio de los ricos.
La única manera de ir al extranjero era gastando los ahorros de la vida para emigrar comprando un tiquete sólo de ida a las Américas o a Australia. Kuoni también ganó dinero en este campo.
Huir del ajetreo
Un franco era todo lo que la mayoría de residentes de Zúrich podía gastar para escapar ocasionalmente al ajetreo de la vida diaria y respirar un aire no contaminado por los hornos calentados con carbón y los humos de las fábricas de la ciudad.
Las cumbres de las colinas eran los parques de atracción de aquellos días. No sólo ofrecían vistas de conjunto de la ciudad y el lago, sino que recreaban un mundo alpino artificial.
Mientras hoy podemos encontrar réplicas de la Torre Eiffel o de los castillos alemanes en Las Vegas o en Disneyland, los arquitectos suizos el siglo XIX construían hoteles de madera semejantes a los chalés de la montaña para poner más al alcance las distantes vistas de los Alpes.
En el Uetliberg se abrió un parque de ciervos y un cercado para osos. Los visitantes podían pasear a lo largo de una red de senderos en los bosques, con bancos en las orillas, fuentes y terrenos de juego.
«Es innegable -tomado en su conjunto-, el Uetliberg da una perfecta impresión alpina», escribía un periódico de Zúrich el mismo año en que Kuoni comenzaba su negocio.
Renovaciones
Los senderos se mantuvieron y actualmente los aficionados del «jogging» y las familias con niños pequeños los reclaman para los paseos dominicales. Una pequeña diversión es la caminata entre el Sol y Plutonio, a lo largo del sendero del Sistema Solar, construido en escala de uno a mil millones.
La ruta hasta la cima está vigilada por estilizadas esculturas de venados cuyas enormes astas están encendidas con lámparas. La cumbre está coronada por el principal hotel y, desde hace más de 15 años, por un mirador en forma de torre triangular.
El hotel ha conservado su idílica fachada en madera aunque desde el siglo XIX ha sido objeto de una serie de renovaciones que incluyen una extensión que pone en vitrina un comedor.
La torre metálica eleva artificialmente la cumbre del Uetliberg a 900 metros sobre el nivel del mar.
Desde esa altura, con el viento arrastrando los cabellos, aún se puede disfrutar de la vista de los Alpes, y abajo, de la ciudad, el lago y, a la distancia, del aeropuerto de Zúrich, un lugar actualmente de mayor significado para Kuoni.
swissinfo, Dale Bechtel, en Zúrich
(Traducción: J.Ortega)
Alfred Kuoni fundó en 1906 la compañía que se convertiría en la tercera agencia de viajes de Zúrich. Fue la prolongación de la empresa de transportes de su familia.
Kuoni organizó su primer «paquete» de viaje al extranjero –a Egipto-, en 1907.
La compañía fue configurada como sociedad en 1925, cuando abrió su primera filial en el extranjero, en Niza.
Actualmente el grupo opera en 25 países de Europa, Asia, África y Norteamérica. Tiene 6.500 empleados.
En 2005 su cifra de negocios fue de 3.600 millones de francos suizos (2.900 millones de dólares).

En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.