Frost: acuerdo con UE, un primer paso positivo a falta de solución permanente

Londres, 30 jun (EFE).- El negociador británico para el Brexit, David Frost, afirmó este miércoles que la prórroga alcanzada entre Londres y Bruselas para empezar a aplicar los controles fronterizos en Irlanda del Norte a los productos cárnicos refrigerados que llegan de Gran Bretaña es «un primer paso positivo» aunque será necesario encontrar una «solución permanente» a la disputa.

El político británico se pronunció en una declaración a la BBC acerca del acuerdo fraguado entre la Unión Europea (UE) y este país para extender tres meses, hasta el 30 de septiembre, el periodo de gracia en el que no se aplicarán esos controles.

«Nos complace haber sido capaces de acordar una extensión sensata sobre las carnes refrigeradas que van desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte; una que no requiera que las reglas en el resto del Reino Unido se alineen con futuros cambios en las normas agroalimentarias de la Unión Europea», indicó Frost.

Según el político, ese acuerdo entre ambas partes supone «un primer paso positivo» pero alertó de que se «necesitará aún acordar una solución permanente» ya que «Irlanda del Norte es una parte integral del Reino Unido y sus consumidores deberían poder disfrutar de los productos que han comprado de Gran Bretaña durante años».

Frost agregó asimismo que esto supone «una señal muy clara de que el protocolo tiene que operar de manera pragmática y proporcionada».

«El asunto sobre las carnes refrigeradas es solo uno de los muchos problemas con la forma en que el protocolo está operando actualmente y se han de encontrar soluciones con la UE a fin de asegurar que este se ejecuta según sus objetivos originales: proteger el Acuerdo de Belfast (de Viernes Santo); salvaguardar el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido y proteger el mercado único de alimentos de la UE», señaló.

En este sentido, subrayó que este país «busca trabajar con energía con la UE para hacerlo».

El citado protocolo de Irlanda del Norte evita el regreso de una frontera comercial norte-sur en la isla de Irlanda, pero genera nuevos controles sobre las mercancías que viajan desde la isla de Gran Bretaña a Irlanda del Norte para evitar su entrada en el mercado único. EFE

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