The Swiss voice in the world since 1935

Habitantes de la tenebrosa ex Colonia Dignidad de Chile se resisten a la expropiación

afp_tickers

La Colonia Dignidad cambió de nombre en 1991 para dejar atrás su tenebroso pasado. Pero no logró escapar a sus demonios y ahora sus habitantes esperan frenar el desalojo de este excentro de represión de la dictadura de Chile que se convertirá en un memorial.

Durante décadas en este enclave alemán en el sur de Chile, que hoy se conoce como Villa Baviera, se violaron derechos humanos. Unos 250 pobladores fueron sometidos a condiciones de esclavitud por su siniestro líder, el fallecido Paul Schäfer.

El exenfermero del ejército alemán también permitió que fuera un centro de prisión, tortura y desaparición de opositores a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Se estima que 26 opositores desaparecieron en la colonia y decenas de personas fueron secuestradas y torturadas, según datos oficiales.

El presidente de izquierda Gabriel Boric ordenó en 2024 la expropiación de 116 de las 4.800 hectáreas del lugar.

Será a costa de los 122 colonos que deberán venderle al Estado parte de su propiedad, incluida el área donde están sus viviendas. Algunos de ellos se resisten.

«Los colonos conocen cada detalle, cada edificio, cada árbol. Y donde antes sufrieron y trabajaron obligatoriamente, (…) quieren mantenerlo y contarlo como suyo, como su esfuerzo», afirma con gesto duro Anna Schnellenkamp, nacida en Villa Baviera hace 48 años.

Anna es la hija de Kurt Schnellenkamp, ya fallecido, acusado por la justicia como cómplice de Schäfer y que cumplió su condena en prisión.

– Turismo y producción agrícola –

El gobierno chileno busca completar el proceso de expropiación antes de marzo próximo, cuando Boric entregará el poder a su sucesor.

«Va a ser el sitio de memoria más grande que va a tener nuestro país», y tendrá un destino de recordación similar al de los campos de concentración del régimen nazi en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, explica a la AFP el ministro chileno de Justicia, Jaime Gajardo.

La dictadura dejó unos 3.200 muertos y más de 38.000 personas torturadas.

La colonia hoy opera como un centro de producción agrícola y cárnica, que surte al mercado nacional. También funcionan un restaurante y un hotel. Unos 200 chilenos trabajan en Villa Baviera.

Las fábricas, como las demás construcciones, serán expropiadas y se pondrá fin a la vida en la colonia tal como se conoce hasta ahora.

«Prácticamente (nos) está quitando toda nuestra existencia», se lamenta Markus Blanck, de 50 años y uno de los directivos empresariales del enclave.

Como en el caso de Schnellenkamp, el padre de Blanck también fue acusado como cómplice de Schäfer. Hans Blanck falleció antes de su sentencia.

De momento, los pobladores afectados no han definido si se reubicarán dentro o fuera del terreno que no será expropiado.

Desde el gobierno, aseguran cumplir con la legislación. «Aquí hay un interés nacional de mantener el patrimonio histórico de nuestro país» y «como está muy reglamentada la expropiación, el Estado chileno tiene que pagar el precio justo que tienen estos bienes expropiados», dice el ministro Gajardo.

– Control absoluto y abusos –

En 1961 un grupo de alemanes cristianos protestantes adquirió el amplio terreno rodeado de montañas y bosques, para formar su propio enclave.

Paul Schäfer, un predicador, lideraba el asentamiento que viró a un régimen de control absoluto.

Sólo se hablaba alemán y pocos podían entrar o salir. No estaba permitida la vida familiar y los niños comenzaban a trabajar a partir de los siete años.

Decenas de menores fueron abusados sexualmente por Schäfer, quien fue capturado en 2005. Cinco años después murió en prisión, a los 88 años.

Una veintena más de jerarcas del enclave fueron condenados en Chile como autores, cómplices o encubridores de abuso sexual y violación.

Alemania reconoció a los colonos como víctimas. Decenas regresaron a ese país.

– «40 años encerrados» –

«Vivimos 40 años encerrados como en una jaula», rememora Harald Lindemann, de 65 años.

Fue con la captura de Schäfer que las cosas comenzaron a cambiar. 

Los colonos pudieron casarse, vivir con sus hijos y enviarlos a la escuela, y recibir su primer sueldo. 

En el interior del enclave conviven maltratados y maltratadores, muchos de ellos con vínculos familiares entre sí. 

Como sea, cada colono se reconoce hoy como víctima de Schäfer.

Pero ahora enfrentan como una nueva amenaza la orden de expropiación, la que esperan resistir en los tribunales.

«Uno siente un tipo de venganza contra nosotros (…) que somos prácticamente los hijos de los que cometieron esos errores y también crímenes», reflexiona Blanck.

«¿Por qué (desde el gobierno) cierran los ojos? Son 63 años que vivimos aquí bajo brutales condiciones», clama Horst Schaffrick, de 66 años. 

ps/vel/mr/mar/nn/mel/dbh

Los preferidos del público

Los más discutidos

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR