Hoda Muthana, la «novia del Estado Islámico» que quiere redimirse en EEUU

Hoda Muthana fue criada en un estricto hogar en Alabama hasta que hace cuatro años escapó de su casa y viajó a Siria, donde se convirtió en «la novia del Estado Islámico».
Ahora, a sus 24 años, busca la redención. Dice estar arrepentida y quiere volver a su país a enfrentar la justicia.
Pero su retorno a Estados Unidos desde un campamento en Siria fue rechazado por el presidente Donald Trump, quien negó que Muthana sea ciudadana estadounidense. El abogado de la joven, en cambio, muestra documentos según los cuales ella habría nacido en Nueva Jersey en 1994.
Hija de un diplomático de Yemen, Muthana creció en el seno de una estricta familia en Hoover, una ciudad de 80.000 habitantes en el rural estado de Alabama.
En una carta que su abogado compartió esta semana con los medios, Hoda dijo que en aquella época ella era «ingenua, arrogante y estaba furiosa».
No obstante, Jordan LaPorta, un compañero de clase que estudió secundaria con ella entre 2009 y 2013, la recuerda como «una joven agradable y silenciosa».
«Nadie, ni yo, tenía idea de que el radicalismo la estaba infectando cuando la primera noticia sobre ella fue publicada en 2015» por BuzzFeed, dijo a la AFP.
Tras graduarse del liceo en 2013, Hoda estudió brevemente en la Universidad de Alabama en Birmingham, donde según LaPorta podría haberse radicalizado. «Pero no vi ninguna razón de alarma cuando la vi en esa época», añadió.
Ahora Muthana dice que sus reclutadores fueron capaces de lavarle el cerebro debido al conservadurismo con el que fue criada y la hipervigilancia de sus movimientos.
«Hoda fue sobreprotegida, su madre le restringió el acceso a los amigos y así fue como ella encontró un lugar de pertenencia en el teléfono, en línea», contó el abogado Hassan Shibly a la AFP.
«Cuando ella por fin se puso en contacto con los reclutadores que la estaban asediando», prosiguió, «ellos le proporcionaron muchísima atención y jugaron con su mente hasta que la apartaron de sus amigos, su familia, su comunidad y su Mezquita».
Finalmente, en 2014, a sus 20 años, Hoda mintió a sus padres para poder ir a Turquía y en cambio viajó a Siria, donde se convirtió en «la novia del Estado Islámico» y eventualmente su viuda.
Poco después publicó en Twitter una foto de cuatro mujeres que parecían quemar sus pasaportes occidentales, incluido uno estadounidense.
– «Le han lavado el cerebro» –
A partir de entonces, bajo el nombre de «Umm Jihad», Muthana alentó en Twitter ataques contra los estadounidenses y glorificó al Estado Islámico (EI), que llegó a dominar vastas zonas de Siria e Irak.
Se estableció en la ciudad siria de Raqa y allí se casó con un yihadista australiano que murió poco después. Ahora tiene un hijo de 18 meses, Adam, de su segundo marido, un combatiente tunecino. Cuando éste también falleció, Muthana se casó con un combatiente sirio.
Según reportes de prensa, al morir su primer marido en 2015 ella tuiteó: «¡Estadounidenses, despierten! (…) Derramen toda su sangre, o renten un camión grande y arróllenlos a todos».
El padre de Muthana, Mohammed, dijo a Buzzfeed cuando se conoció su caso que no podía entender en qué había fallado. «Quiero disculparme por lo que ha hecho mi hija», comentó. «Ella no es así, le han lavado el cerebro».
Dos años después de este episodio, LaPorta recibió una amenaza de muerte desde la nueva cuenta de Instagram de Muthana.
«Ella etiquetó mi antigua cuenta personal diciéndome que soy un ‘nerd’ (…), que mi nombre estaba en una lista de muertos y que yo no ‘merecía un cuello'», contó LaPorta.
Agregó que frente a este último tsunami noticioso, la respuesta de la comunidad ha sido «mayoritariamente negativa», si bien él considera a la joven una víctima.
– «La maternidad me cambió» –
Luego siguieron meses de fanatismo en la cuenta de Twitter de Muthana, que el abogado afirma no pertenecía completamente a ella.
«Sabemos que esos tuits aparecieron poco después de que su primer marido muriera y también sabemos que ella no tenía completo control de su cuenta en Twitter», dijo Shibly a la AFP.
«A pesar de las circunstancias, nada puede justificar tanto odio y ella está profundamente avergonzada y está dispuesta a pagar el precio por ello», añadió el abogado.
Su madre aún no le habla, contó. «Pero creo que ambos padres están aliviados porque al menos tienen de vuelta el corazón de su hija».
Detenida en el noreste de Siria por fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos, Muthana dice que ha renunciado al extremismo y que quiere regresar a casa con su hijo.
«Ver derramamiento de sangre me cambió. La maternidad me cambió. Ver morir a mis amigos, a los niños y a mis maridos me cambió. Ver cuán distinta puede ser una sociedad comparada con la querida América donde nací y me crié, me cambió», dijo en su carta.