Kenia pide perdón a Tanzania tras tensiones por la detención de un activista keniano
Nairobi, 28 may (EFE).- El presidente de Kenia, William Ruto, pidió este miércoles disculpas a la vecina Tanzania después de que el Gobierno keniano expresara su preocupación por la detención la pasada semana por las autoridades tanzanas del destacado activista keniano Boniface Mwangi, que denunció presuntas torturas.
«A nuestros vecinos de Tanzania, si os hemos ofendido de alguna manera, os pedimos perdón. Si hemos dado algún paso en falso, os pedimos disculpas», dijo Ruto este miércoles en un acto celebrado en Nairobi.
«Si hay algo que los kenianos hayamos hecho mal, queremos disculparnos», reiteró el presidente de Kenia, después de que críticos hayan tildado de insuficiente la reacción de Nairobi ante las acciones emprendidas por Tanzania.
Ruto dijo estas palabras después del revuelo nacional e internacional desatado la pasada semana, cuando Mwangi fue detenido junto con la abogada y periodista ugandesa Agather Atuhaire, con la que había viajado a Tanzania para observar el proceso judicial del líder opositor tanzano Tundu Lissu.
El activista y la letrada fueron abandonados entre los pasados jueves y viernes en las fronteras entre Tanzania y sus respectivos países tras pasar días detenidos y sin apenas información sobre su estado.
Tras ser liberados, Atuhaire denunció haber sido violada durante su detención por las fuerzas de seguridad tanzanas, mientras Mwangi afirmó que ambos habían sido «torturados».
En una carta dirigida a las autoridades tanzanas, el Gobierno keniano expresó su preocupación y lamentó que, «a pesar de varias peticiones», se había «negado a funcionarios del Gobierno de Kenia acceso consular e información sobre el señor Mwangi».
Antes de su arresto el día 19, el activista y la abogada pudieron entrar al país el día anterior, a diferencia de la exministra keniana, letrada y opositora Martha Karua y el expresidente del Poder Judicial de Kenia Willy Mutunga (2011-2016), que también viajaron para asistir al proceso de Lissu pero no pudieron ingresar en Tanzania y fueron deportados.
Grupos pro derechos humanos y la oposición han denunciado una ola de represión y detenciones de disidentes en el último año en Tanzania.
La semana pasada, la presidenta tanzana, Samia Suluhu Hassan, abogó por impedir que «activistas y transgresores de la ley de otros países vengan a perturbar la paz y la seguridad» de Tanzania. EFE
lbg/pa/pddp