La reforma sanitaria será integral, pública y privada, dice ministra chilena
Javier Martín
Santiago de Chile, 10 ago (EFE).- La reforma del sistema de Salud que impulsa el actual gobierno chileno busca fortalecer la atención primaria universal y pública e integrarla con la acción privada, en un sistema mixto similar al que existe en otros países, explicó hoy a Efe la ministra chilena de Sanidad, Begoña Yarza.
En una entrevista a EFE, Yarza subrayó que esta «reforma sistémica» es necesaria ante el envejecimiento de la población y se proyecta a través de la pandemia, a la que Chile dio un tipo de respuesta que demuestra que esa universalización no solo es necesaria sino también posible.
.- La reforma del sistema de salud es una de las prioridades del actual gobierno ¿Por qué se considera tan relevante?
“La esperanza de vida en la Pintana es de 73 años y en Vitacura de 84. Y uno se pregunta como esta inequidad se expresa tan brutalmente (entre barrios de la capital chilena). Esta sociedad, que ha avanzado en tantos temas, que tenemos supuestamente un desarrollo económico, no ha resuelto la inequidad en salud. En Chile hay salud para ricos y salud para pobres.
La reforma tiene una reflexión que rejuveneció la pandemia. Enfrentados a un problema de salud enorme, la forma que tuvo Chile de ir a resolverlo fue, primero, la vacunación para todos, con criterio sanitario, a nadie se le preguntaba si era rico o pobre, gratuita, cercana al territorio, como una medida de salud universal.
.- ¿Quienes se oponen, sin embargo, afirman que no permitirá elegir y acabará con el negocio de la sanidad privada, las llamadas ISAPRES, afectando a la calidad?
“No, nosotros no tenemos ninguna idea con respecto a no tener elección en el sistema. Por el contrario, a mí me gustaría que el sistema universal de salud te permitiera elegir no solo que equipo de salud me va a atender, si no que tratamiento me van a dar.
En el plano de las ISAPRES, pensamos que los seguros de salud existen en todo el mundo, en todos los sistemas de salud universales que miramos como ejemplo. Lo único, que no son parte de la seguridad social. Son seguros complementarios o de segundo piso.
.- Una de las primeras medidas ha sido acabar con los copagos, señalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como principal obstáculo, una decisión que ha sido tildada por la oposición de populista.
“Nosotros creemos que las barreras son múltiples, pero que la barrera del acceso económico en Chile es muy brutal. Para acceder a medicamentos o algunos procedimientos las familias pueden llegar hasta situaciones catastróficas desde el punto de visita económico.
Por eso hicimos lo del copago cero en Fondo Nacional de Salud (Fonasa). No podíamos estar construyendo un sistema universal si en Fonasa, que es pública y en el que el está el 78% de la población, seguíamos cobrando copago.
.- Quienes critican la reforma señalan que es cara e inasumible ¿Cómo se va a financiar?
“Hoy en Chile se está discutiendo la reforma tributaria y por tanto un habilitante para que podamos profundizar una reforma de salud es también tener una reforma tributaria.
Si hay reforma tributaria, una parte de esa reforma es para la salud y la otra es pensiones, que son las dos grandes reformas de seguridad social que este país quiere hacer.
.- El presidente de la República se comprometió a que al final de su mandato toda cirugía oncológica se resuelva en 90 días y toda cirugía de mayor riesgo antes de seis meses ¿Es un objetivo demasiado ambicioso?
«Yo creo que es ambicioso pero posible. No hay ningún sistema sanitario que no tenga cierta espera. El problema no es la espera, el problema es la espera injusta. Una espera que provoque que ese problema de salud pueda dar secuelas o que yo me pueda morir esperando».
.- Chile es el único país que inoculará una quinta vacuna universal contra la Covid-19 y de los pocos que mantiene la obligación de mascarillas ¿cuáles son las razones?
«Nosotros tememos un sistema sanitario cuya capacidad de respuesta no es la misma que tienen en Europa. Nuestro sistema sanitario tiene 2,1 camas por mil habitantes, cuando el promedio OCDE es más de cuatro, o sea la mitad de las que tiene de promedio la OCDE. Tenemos dos médicos por mil habitantes, y el promedio OCDE es más de 5.
Por esos somos más cuidadosos, porque si se nos dispara, la respuesta que tenemos es como la que tuvimos en 2020, que dejamos de atenderlo todo, y no queremos que vuelva a pasar.
.- La salud mental es también prioritaria para el Gobierno. ¿Es una de las secuelas de la pandemia?
«Para este gobierno la salud mental también es un desafío muy relevante, sobre todo con dos focos: uno, niños y niñas adolescentes y otro, personas con enfermedades diagnosticadas, que están en hospitales.
Había unos carteles durante octubre de 2019 que decían “no era depresión, era neoliberalismo”, o sea, que había un cierto malestar, una desazón colectiva que se expresaba en desánimo. La pandemia agudiza esa sensación, la soledad, estar en la casa, el miedo, la incertidumbre y nosotros creemos que la estrategia para abordarlo es una estrategia más integral». EFE
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