La UE busca una imagen de unidad sobre Siria pese a la división sobre los ataques aéreos

Los cancilleres de la Unión Europea (UE) intentarán mantener un frente unido este lunes en una reunión en Luxemburgo pese a las divisiones sobre los ataques en Siria y sobre cómo gestionar la creciente crisis diplomática con Rusia.
«Fue realmente una intervención quirúrgica. Fue única y debería seguir siéndolo», dijo el canciller luxemburgués, Jean Asselborn, preguntado sobre los ataques lanzados por Estados Unidos, Francia y Reino Unido a su llegada a la reunión.
Los europeos han expresado en los últimos días su apoyo a los bombardeos como una respuesta al presunto uso de armas químicas el 7 de abril por el régimen sirio contra el bastión rebelde de Duma, situado cerca de Damasco.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, reiteró este lunes la posición común de la UE -«un impulso al relanzamiento el proceso político liderado por la ONU»-, pero sin nombrar de manera explícita los bombardeos selectivos contra el régimen sirio.
Los 28 se muestran de hecho divididos sobre los ataques, especialmente entre los países europeos miembros de la OTAN. Como muestra, la reacción de Italia apuntaba a que esta «acción circunscrita (…) no sería el inicio de una escalada».
«Los acontecimientos de los últimos días han dejado claro a todo el mundo que ahora es necesario hacer todo lo posible para evitar una escalada», dijo el ministro alemán Heiko Maas, para quien resolver el conflicto en Siria no es posible «sin Rusia».
– Los bloqueos rusos –
Moscú, aliado clave de Damasco en este conflicto que ha costado la vida a más de 350.000 personas desde hace más de siete años, bloqueó de hecho varias resoluciones sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU, la última hace cinco días urgiendo a investigar el ataque químico.
El bombardeo de Reino Unido, Francia y Estados Unidos subraya que «hay una línea roja en un momento dado que no se puede traspasar», según el canciller belga, Didier Reynders, sobre el presunto ataque químico que dejó más de 40 muertos.
Reynders criticó el papel de bloqueo de Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya que «normalmente se debería investigar rápidamente, obtener pruebas y mostrar que se pueden adoptar medidas contra un país».
La relación con Rusia y con Irán, otro aliado del presidente sirio, Bashar al Asad, forman parte también de la reunión de los cancilleres europeos, que en principio debía concentrarse en el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija en suelo británico.
Este asunto también divide a una UE que quiere mostrar unidad frente a Rusia. Un total de 19 de sus 28 miembros decidieron expulsar diplomáticos rusos de sus territorios, la respuesta más fuerte de los europeos a este ataque que atribuyen a la Rusia de Vladimir Putin. Moscú lo desmiente.
– Solución, ¿con Asad? –
Pero los recientes acontecimientos en Siria, pusieron este conflicto de nuevo en el centro de la agenda y, en este sentido, los europeos consideran fundamental la participación de Moscú y Teherán para encontrar una solución política en el país.
«Espero que Rusia haya entendido ahora que tras la respuesta militar (…) debemos sumar nuestros esfuerzos para promover un proceso político en Siria que permita una salida de la crisis», indicó el domingo el canciller francés, Jean-Yves Le Drian.
Aunque su homólogo británico, Boris Johnson, dijo este lunes que los bombardeos no buscan cambiar el régimen en Siria, la UE vislumbra una futura solución política sin Bashar al Asad, al frente del país desde 2000 tras suceder a su padre, Hafez, en el poder desde 1971.
Para Heiko Maas, «nadie puede imaginar que alguien que usa armas químicas contra su pueblo pueda ser parte de esa solución».
La jefa de la diplomacia europea vinculó, por su parte, el futuro apoyo económico de la UE a cuando el «proceso político esté firmemente en marcha bajo los auspicios de la ONU».
Un alto responsable europeo fue todavía más explícito días atrás vinculando la ayuda financiera internacional a la reconstrucción de Siria, centro de la segunda conferencia de donantes la próxima semana en Bruselas, a una «transición» en el país.