La Vicepresidencia de Ecuador se desmarca en caso que salpica a hijo de la vicepresidenta
Quito, 25 mar (EFE).- La Vicepresidencia de Ecuador se desmarcó este lunes de un caso de presunta corrupción relacionado con tráfico de influencias, que investiga la Fiscalía y que ha salpicado al hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, un abogado que guarda prisión preventiva en La Roca, la cárcel de máxima seguridad del país. La Vicepresidencia en un comunicado remarcó que, como institución, no ha sido vinculada como parte del proceso y descartó que su sede haya sido registrada por fiscales. «La Vicepresidencia de la República no ha sido allanada y tampoco es parte procesal del caso que actualmente investiga la Fiscalía», aseguró en una rueda de prensa René Zúñiga, secretario general y portavoz oficial de la institución. Zuñiga recalcó, eso sí, que la Vicepresidencia dará todas las facilidades para la indagación, ya que «dentro de la institución no se ha dado ningún caso que deba ser investigado por la Fiscalía». El Ministerio Público detuvo la semana pasada y acusó a Francisco Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta Abad, por un presunto delito de tráfico de influencias, presuntamente por gestionar un cargo público en favor de una persona a cambio de un pago. La denuncia original la ha formulado la misma persona involucrada en el trámite ilegal del cargo, quien habría sido contratada en diciembre pasado. Al respecto, el secretario general de la Vicepresidencia declaró que esa persona ya fue desvinculada de la institución a inicios de febrero, debido a un proceso de reestructuración en esa dependencia ordenada por el Gobierno. Agregó que actualmente la institución cuenta con 77 colaboradores y se espera una nueva reducción en el marco de la reestructuración ordenada por el presidente del país, Daniel Noboa. La Vicepresidencia de Ecuador no tiene un titular en su sede en Quito, ya que Abad fue encomendada como embajadora del país en Israel poco después de que ella y el presidente Noboa asumieran el poder el pasado 23 de noviembre, tras ganar las elecciones generales extraordinarias. Noboa y Abad habían experimentado un distanciamiento desde antes de llegar al poder y la decisión de enviarla a Tel Aviv supuso la confirmación de la ruptura política entre ambos. Pese a ello, Zuñiga aseguró este lunes que la vicepresidenta Abad ha mantenido una comunicación abierta con todos los funcionarios de la Vicepresidencia y aseguró que todos los procesos dentro de la institución «han sido transparentes, sin presiones de ninguna clase sobre el personal». Además, comentó que el Ministerio de Trabajo, a cargo del proceso de reestructuración, descargó en ese despacho toda la responsabilidad de cubrir el sueldo y gastos de Abad en el exterior. En una entrevista con el programa Central Noticias, de Costa Rica, Abad aseguró el sábado que la intención del Gobierno de Noboa es «quitársela del camino» para que no pueda asumir la jefatura del Estado cuando el mandatario deba pedir licencia para participar en la campaña electoral para su reelección en 2025. EFE fa/fgg/enb