Lituania celebra el centenario de su independencia tras la I Guerra Mundial

Las campanas de todas las iglesias de Lituania repicaron este viernes para señalar el centenario de la independencia del país, celebrada en un contexto de tensiones con su vecino ruso.
«A principios del siglo pasado, mirábamos hacia el futuro con muchas esperanza de ver señales de apoyo», declaró la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, en una ceremonia en Vilna.
«Hoy sabemos que tenemos unos amigos y aliados de verdad, y el apoyo de sus poderosos brazos», añadió, rodeada de dirigentes de la UE y de varios jefes de Estado de la región.
Y como a modo de ilustración de sus palabras, unos cazas estadounidenses y daneses desplegados en Lituania atravesaron el nublado cielo de la capital lituana.
La celebración del centenario comenzó en la mañana del viernes con un desfile de unas 3.000 personas por las calles de Vilna, la mayor parte de ellos escolares, para rendir homenaje a los 20 lituanos que firmaron la declaración de independencia hace 100 años.
Miembro de la OTAN, de la Unión Europea (UE) y de la zona euro, el país báltico de 2,8 millones de habitantes está firmemente anclado en el oeste, «protegido y respetado como nunca», en palabras de su presidenta,
La economía presentó un crecimiento sólido del 3,9% en 2017, aunque sigue afrontando diversos problemas: una inflación elevada, profundas desigualdades sociales y una emigración masiva de sus ciudadanos hacia los países más ricos de Europa occidental.
Al igual que los otros dos países bálticos, Letonia y Estonia, Lituania decidió aumentar los gastos para su defensa y acogió a tropas de la OTAN, en reacción a la intervención rusa en Ucrania, en 2014.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca despertó sin embargo nuevas preocupaciones respecto al compromiso estadounidense en la defensa de esta región fronteriza de la OTAN.
– Potencia medieval –
Lituania obtuvo su independencia en 1990, tras el desmantelamiento de la Unión Soviética, pero no es un país reciente en el mapa de Europa.
Su primer rey, Mindaugas, fue coronado en 1253. Y la federación polaco-lituana fue una gran potencia europea durante siglos hasta que fue dividida y repartida en 1795 por la Rusia imperial, Prusia y Austria.
Hasta la Primera Guerra Mundial, Lituania siguió siendo una provincia del Imperio ruso, que intentó erradicar el sentimiento nacional y llegó incluso a prohibir el alfabeto lituano, derivado del latino.
La declaración de independencia fue adoptada el 16 de febrero de 1918, cuando aun estaba presente el ejército alemán. El documento, que fue encontrado en unos archivos en Berlín el año pasado por un historiador lituano, fue devuelto a Vilna, donde permanecerá cinco años, en virtud de un acuerdo bilateral.
– Un largo camino –
Lituania fue un país independiente entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, antes de ser invadido por la Unión Soviética en 1940, por el ejército nazi en 1941 y de nuevo por los soviéticos en 1944.
El sentimiento independentista surgió en los años 1980 y el país se convirtió en la primera de las exrepúblicas soviéticas en recobrar la independencia, en marzo de 1990.
Rusia reconoció el Estado de Lituania en agosto de 1991. El largo camino hacia el oeste culminó con la adhesión a la UE y a la OTAN en 2004.
Lituania adoptó el euro en 2015 y, al contrario de otros expaíses soviéticos, siempre intentó evitar los desencuentros con la Unión Europea.
«La creación de una democracia auténticamente estable es el mayor logro de la Lituania independiente», asegura Kestutis Girnius, analista de la Universidad de Vilna.
«A pesar de los frecuentes cambios de gobierno y los vaivenes populistas, los resultados de las elecciones jamás han sido cuestionados», añadió.