Los australianos vislumbran el fin del encierro al declinar los casos de covid-19

Dos policías se llevan a un hombre de un parque de Sídney tras unos llamamientos a manifestarse contra el confinamiento por el coronavirus, el 18 de septiembre de 2021 en la ciudad australiana afp_tickers

Los pobladores vacunados de Sídney finalmente podrán salir de su prolongado encierro pandémico a mediados de octubre, anunciaron este lunes autoridades australianas, al detallar un «plan de acción para la libertad», al declinar los contagios en la ciudad.

Las órdenes de permanecer en casa serán levantadas en Sídney y el resto del estado de Nueva Gales del Sur cuando alcancen 70% de vacunación completa.

La gobernante del estado, Gladys Berejiklian, dijo confiar en que eso ocurrirá para el 11 de octubre.

Bares, restaurantes y tiendas podrán reabrir para las personas vacunadas, mientras familiares y amigos podrán reunirse nuevamente en la ciudad más grande de Australia por primera vez en más de tres meses.

«Estamos casi, casi allí, no desistamos en el último minuto», imploró Berejiklian.

El viceprimer ministro estatal, John Barilaro, acotó que el «plan de acción para la libertad» permitirá viajes por toda Nueva Gales del Sur una vez que 80% de las personas de más de 16 años estén con la vacunación completa, lo que podría ocurrir a fines de octubre.

También se levantarían las restricciones sobre la cantidad de invitados a funerales y bodas, al tiempo que podrán reanudarse los eventos deportivos.

Sin embrago, adultos sin vacuna deberán esperar al menos hasta el 1 de diciembre para gozar de las mismas libertades, cuando se espera que alrededor de 90% de la población elegible estará vacunada, según las autoridades.

El número de contagios en Nueva Gales del Sur cayó el lunes por debajo de 800, tras alcanzar picos de 1.500 casos diarios en septiembre, mientras que el número de adultos con al menos una dosis de vacuna alcanzó 85%.

Australia enfrentó un repunte de contagios atribuido a la variante delta del coronavirus que obligó a imponer cierres de meses en Sídney y Melbourne, las ciudades más grandes del país.

Sin embargo, también aceleró la vacunación en todo el país y comenzó a delinear planes para una reapertura cautelosa, incluyendo la reanudación de viajes internacionales para finales del año.