Los continuos cortes de luz y la ola de calor desesperan a los malienses
Idrissa Diakité Bamako, 5 may (EFE).- Los malienses viven en los últimos meses al ritmo de los frecuentes cortes de luz que pueden durar hasta 24 horas, una situación que se ha agravado con la ola de calor con temperaturas que alcanzan 40 grados a la sombra y han llevado a muchos ciudadanos a pernoctar al aire libre. El sector energético maliense arrastra varios años de crisis en un país que depende de la importación de combustible, y la empresa distribuidora estatal Energía de Mali (EDM), sumida en un caso de prácticas fraudulentas, se encuentra en la incapacidad de satisfacer la demanda nacional. Una decena de personas (entre ellos antiguos directivos de la empresa) fueron arrestadas en los últimos meses acusados de corrupción y malversación de fondos dentro de EDM que arrastraba problemas como las recurrentes averías de los generadores o la acusación de usar combustible más costoso (diésel) para generar electricidad. La empresa EDM evaluó sus necesidades entre febrero y junio de 2024 en 1.413 millones de kilovatios/hora (KWh), frente a una demanda de 1.441 millones de KWh, lo que supone un déficit de 27 millones de KWh, según las estadísticas de la empresa estatal. Y para cubrir la demanda de todo este año, hacen falta 500 millones de litros de combustible, lo que supone el equivalente de 309.000 millones de francos CFA (471 millones de euros) de fondos financieros. En diciembre pasado, el jefe de la junta militar gobernante, el coronel Assimi Goita, prometió resolver la crisis de luz que sufre el país y el gobierno transitorio movilizó desde enero 42 millones de litros de combustible para generar electricidad. Sin embargo, los cortes de luz son cada vez más frecuentes y pueden durar entre 8 y 12 horas, y a veces hasta 24 horas, según lamentan varios ciudadanos. “Estoy al límite de mi paciencia. El gobierno debe arreglar esta situación rápidamente”, dice a EFE Alima Bagayoko, comerciante en el mercado Dibidani en Bamako, que lamenta que la ola de calor y la falta de electricidad está afectando sus productos frescos. La situación está teniendo “consecuencias visibles e inmediatas” sobre la economía del país”, alerta la comerciante. Para lidiar con la situación, los malienses intentan encontrar alternativas como tener varias baterías móviles externas para cargar sus teléfonos, pernoctar al aire libre para dormir fresco y los hospitales entierran rápido a los muertos para evitar meterlos en la morgue. “En mi barrio y en otros de la capital los cortes de luz pueden durar 24 horas, a veces no encontramos agua fresca para beber ante el calor, ¿no sé qué pasa con profesiones como los de carpintería metálica, restauración y hostelería? la gente está perdiendo millones”, alerta Diakité Traoré, que trabaja de sastre en Bamako. Y pese a que algunas profesiones cuentan con grupos electrógenos para producir electricidad, lamentan que es insuficiente para mantener la continuidad de la producción. El redactor jefe del periódico maliense Essor, Souleymane Bobo Traoré, explica a EFE que estos aparatos no son suficientes para alimentar la imprenta del diario, lo cual afecta a la calidad del periódico que sale a veces con fotos borrosas o sin todas sus páginas. Traoré lamenta que estos cortes afectan también a los horarios de los trabajadores de la imprenta que se ven a menudo obligados a trabajar toda la noche: “vienen al mediodía y a veces no salen hasta las 5 de la madrugada del día siguiente, mientras que en tiempo normal realizaban su trabajo en tres horas”. Esta situación se produce en un momento en que la junta militar gobernante mantiene difíciles relaciones con varios países de la región tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021, ya que países como Costa de Marfil (que aseguraban el 19 % de las necesidades de Mali) dejaron de abastecer a Mali. EFE id-fzb/rml (foto) (vídeo)
