Los países de la UE buscan evitar una nueva crisis migratoria, ahora con origen en Afganistán
Ministros de Interior de los países de la UE debatieron este martes en Bruselas como prevenir una oleada migratoria de afganos en fuga de los talibanes y adoptaron una declaración en que defienden la ayuda a los países vecinos de Afganistán.
El retorno de los talibanes al control de Afganistán despertó temores generalizados de un éxodo descontrolado y en masa y los países europeos buscan evitar una nueva oleada migratoria como la vivida en 2015.
Al llegar a la reunión en Bruselas, el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, marcó el tono general del encuentro al mencionar que la política del bloque es hacer que esas “personas permanezcan cerca de su casa”, es decir, en los países vecinos.
En 2015, Alemania recibió un millón de migrantes que huían del sangriento conflicto en Siria, en una decisión que tomó de sorpresa a los países del bloque, que ahora buscan evitar que ese cuadro se repita.
Por ello, Seehofer presionó a la Comisión Europea para que elabore “rápidamente” un plan de apoyo a los países vecinos de Afganistán de acuerdo con la disponibilidad para aceptar y cuidar de refugiados afganos.
La UE ya adoptó un plan similar con Turquía en 2015, para que ese país actúe como una barrera y reciba en su territorio a migrantes –especialmente los que huyen del conflicto sirio– a cambio de una substancial ayuda financiera.
El ministro francés de Interior, Gerald Darmain, dijo este martes que “el modelo turco-sirio es bueno para los refugiados (…) Francia sugerirá que se extienda ese modelo” al caso afgano.
Sin embargo, la comisaria europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, advirtió este martes que no resultaría apropiado simplemente “copiar y pegar” mecanismos del acuerdo con Turquía.
“Necesitamos dar apoyo a los países vecinos [de Afganistán] pero tiene que ser con ayudas diseñadas específicamente”, dijo.
– Seguridad –
Por su parte, el canciller de Luxemburgo, Jean Asselborn, no se ahorró críticas a algunos países de la UE, en especial Austria y Eslovenia, ya que en su opinión “hacen todo lo posible para impedir que los refugiados vengan a Europa”.
“Es verdad que no podemos aceptarlos a todos, pero al menos a un cierto número”, expresó.
En la declaración emitida al fin de la reunión de ministros, los países apuntaron que están “determinados a actuar en forma conjunta para prevenir un nuevo movimiento migratorio descontrolado, ilegal y de larga escala”.
En este sentido, Johansson dijo al fin de la reunión que “si los talibanes resultan ser el mismo tipo de talibán que ya hemos visto en el pasado, existe el enorme riesgo de una crisis”.
Representantes de varios países también expresaron sus preocupaciones en materia de seguridad y en la Declaración prometen “hacer todo lo posible para garantizar que la situación en Afganistán no genere nuevos riesgos de seguridad para los ciudadanos de la UE”.
Por ello, en el borrador enfatizan “la ejecución oportuna de los controles de seguridad de los evacuados de Afganistán”.
Como ministros de Interior, “nuestra principal responsabilidad es proteger a los ciudadanos de la UE de los ataques terroristas”, dijo el ministro esloveno Ales Hojs, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la UE.
En tanto, organizaciones de derechos humanos han criticado el enfoque del bloque. Oxfam, por ejemplo, acusó a los gobiernos europeos de “lavarse las manos de su obligación internacional de brindar refugio a quienes buscan seguridad y descargarla en otros países”.
Amnistía Internacional también ha instado a los países de la UE a no “trasladar la responsabilidad de la protección de los refugiados a terceros países”.
