México presenta el 43 congreso de la OIV que organiza en Ensenada en otoño

París, 19 may (EFE).- México quiere aprovechar la organización del 43 congreso de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), del 31 de octubre al 4 de noviembre en la ciudad de Ensenada, para dar un empuje y una dimensión más internacional a un sector que se espera que siga creciendo a un ritmo del 10-12 % anual.

Este es el principal mensaje del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) que este viernes presenta la marcha de los preparativos en la nueva sede de la OIV en la ciudad francesa de Dijon, y que en paralelo está haciendo presión para que Estados Unidos vuelva a una organización de la que salió en 2001.

«Hay mucha expectativa en este congreso» porque desde hace tres años no se ha podido organizar físicamente a causa de la crisis del coronavirus, subrayó este jueves en París a Efe el secretario del CMV, Alberto Curis, que forma parte de la delegación que se ha desplazado a Francia.

Curis señaló que «estamos muy contentos, ocupados y preocupados» con los preparativos de esta cita que tendrá tres ejes temáticos que van a marcar el futuro del sector a nivel mundial: el cambio climático, la sostenibilidad y las transformaciones del mercado con la covid.

También hizo hincapié en que quieren aprovechar este evento para «colocar al vino mexicano» en un nivel de «calidad mundial» gracias, entre otras cosas, a lo que les aporta formar parte de la organización, en particular en los aspectos técnicos.

La delegación mexicana está trabajando desde hace tiempo en favor de una adhesión de Estados Unidos a la OIV, tras los desencuentros hace ya más de dos décadas, y quiere aprovechar la proximidad geográfica de Ensenada, en Baja California, con el gigante estadounidense.

Su secretario no ocultó que le gustaría que durante el congreso de este otoño -el segundo organizado por México, después del que se celebró en 1980- pueda haber algún anuncio al respecto.

Para su regreso, bastaría con que Estados Unidos -que es el cuarto productor mundial de vino (tras el trío de cabeza europeo formado por Italia, España y Francia)- lo solicitara.

En la práctica, Estados Unidos ya coopera con muchos de sus comités técnicos y está previsto que tanto el estado de Texas como algunas regiones vinícolas se incorporen como observadores.

Otro de los miembros de la delegación mexicana, Martin Skelton, director general de la marca Pedro Domecq, explicó que en Ensenada quieren ofrecer «la conferencia más sostenible posible» y para eso están trabajando en una gestión eficiente de los desplazamientos de los participantes, del agua que se va a consumir o de la gestión de plásticos.

Está previsto que el congreso, en el que participarán 2.500 personas, de las cuales alrededor de 1.000 procedentes de los países miembros de la OIV, sea inaugurado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Baja California representa por sí solo en torno al 70 % de la producción de vino de México, donde el consumo ha progresado a un ritmo muy rápido: se ha pasado de un cuarto de litro por persona hace ocho años a 1,2 litros en la actualidad.

Las alrededor de 4 millones de cajas de botellas que salen de las bodegas mexicanas se quedan por el momento esencialmente dentro del país y representan un 25 % de la demanda interna.

El CMV confía, según Curis, en que el sector continúe progresando a «un ritmo del 10-12 % anual» a la vista del «crecimiento importantísimo del enoturismo» en los estados productores. EFE

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