Mariana Salomão Carrara: «Creo muchísmo en el azar, todo puede pasar»
Irene Dalmases
Barcelona (España), 15 jun (EFE).- Con un trágico e impactante inicio, la escritora brasileña Mariana Salomão Carrara engancha al lector desde la primera página de su novela ‘Si no fuera por las sílabas del sábado’, en la que narra las consecuencias de un absurdo accidente para varias mujeres.
En una entrevista con EFE, la autora de Sao Paulo, también defensora pública de profesión, comenta que empezó a darle forma al relato, con el que obtuvo el premio Sao Paulo 2023 a la Mejor Novela del Año, al vivir puerta con puerta con un médico anestesista que estaba «enganchado» a la anestesia y que en varias ocasiones había encontrado inconsciente en el suelo, con el fogón abierto y con olor a gas en su piso.
«Pensaba que cualquier día yo podría morir por la vulnerabilidad de mi vecino (…), en una comunidad en la que nadie conseguía abordar su problema, con lo que, detrás de la idea del libro, también está la culpa social», explica.
Publicada en castellano por Editorial Tránsito, en ‘Si no fuera por las sílabas del sábado’ los lectores descubrirán la historia de Ana, quien embarazada queda viuda de pronto.
Justo en el momento en el que se abre la puerta del inmueble y su marido sale, cae desde la décima planta del inmueble un hombre, y ambos mueren «amalgamados en el asfalto».
Todo puede pasar
Mariana Salomão no duda en afirmar que todos los libros muestran «invariablemente» la visión del mundo de su autor y, en este caso, precisa que ella no es religiosa, pero sí cree «muchísimo en el azar, en esta desesperación de saber que todo puede pasar, porque no hay nadie que esté vigilando ni nadie que esté al tanto».
Ana, la protagonista de la novela, que deberá empezar a criar a su hija Catarina, con la ayuda de la dos mujeres, queda paralizada a partir de ese día y durante prácticamente una década con sentimiento de culpa y con innumerables «y si hubiera hecho esto y no lo otro» en su cabeza.
La novelista advierte de que en ningún momento quiso abordar una cuestión como la del suicidio, sino que lo que deseaba era escribir sobre la amistad, sobre «un vínculo de amistad prolongado entre mujeres, que acabará dando como resultado una familia no convencional, un amor genuino, que puede ser igual de importante o más que el amor conyugal».
El libro, asimismo, no descuida qué significa el paso del tiempo para los personajes.
«Hay tres líneas de tiempo: cuando ocurre el accidente; luego está cuando Ana logra explicarlo a su hija cuando tiene ocho años y se empieza a distanciar del suceso (…) y, al final, cuando Catarina tiene doce años y su madre se da cuenta de que le empieza a gustar la vida que están viviendo y lo que puede pasar en el futuro», precisa.
Confiesa que en el momento en el que se sentó ante el ordenador, lo único que sabía es que habría un accidente, un embarazo y una amistad entre mujeres y que es de las autoras que se «entrega» a sus narradoras, se pone en su lugar y de aquí «sale todo».
Lo mismo ocurre con el título de la obra, que, como otras novelas suyas, es largo y poco habitual, y se le ocurrió durante la escritura a partir de una metáfora que pronuncia Ana.
Defensora pública de profesión
Pese al éxito de la novela, que se ha traducido a varios idiomas, igual que su último título, ‘A árvore mais sozinha do mundo’ (2024), que se puede leer en italiano, francés e inglés, Mariana Salomão sigue conciliando su faceta de escritora con la de defensora pública, una profesión muy valorada en Brasil, dirigida a ayudar a población con pocos recursos.
Aunque no aparezca en este libro, entiende que de alguna manera sí está impregnado por lo que aprende a diario en un oficio que necesita de «mucha empatía», «porque no sólo se centra en temas jurídicos, sino también de asistencia social». EFE
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