Noboa gobernará con mayoría en Ecuador pero enfrenta desafíos en economía, según analistas
Quito, 29 abr (EFE).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tendrá un escenario político favorable al iniciar su nuevo mandato para el período 2025-2029 con una Asamblea Nacional (Parlamento) con mayoría oficialista, lo que le permitirá emprender algunas reformas, pero su gran desafío será en materia económica para controlar el déficit y reestructurar deuda, algo que le puede llevar a nuevos impuestos o reducción de subsidios.
Así lo anticiparon este martes los analistas Cristian Carpio y Santiago Caviedes durante un encuentro sobre perspectivas políticas y económicas de Ecuador para 2025, organizado en Quito por la Cámara de Minería del Ecuador (CME).
Carpio, director de Riesgo Político de la consultora Profitas, destacó que por primera vez en más de quince años el correísmo no será la primera fuerza en la Asamblea Nacional (Parlamento) al verse superado en esta ocasión por el oficialista Acción Democrática Nacional (ADN).
«Es la primera vez que se consolida un bipartidismo tácito con más del 90 % de los escaños (entre ambas fuerzas políticas)», reseñó Carpio al opinar que, si bien ninguna de las dos tiene mayoría absoluta por sí sola, el oficialismo está en una posición más favorable para alcanzar la mitad más uno de los votos en el Legislativo.
Para Carpio, esto es «una oportunidad imperante para que la Asamblea haga un trabajo más técnico y no político» frente a una serie de reformas legislativas que deben ser tratadas en el hemiciclo, como la Ley de Minería, la Ley de Consulta Previa y Consulta Ambiental, o la Ley de Recursos Hídricos.
Respecto al anuncio anticipado por Noboa de promover una Asamblea Constituyente para reemplazar a la actual Constitución, impulsada y aprobada durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017), el analista consideró que puede ser una oportunidad para corregir «distorsiones» de la actual carta magna, pero también una amenaza en función de otros cambios que se puedan dar.
«Es la oportunidad de estabilizar políticas de Gobierno y de estado a largo plazo», apuntó Carpio, para quien «es probable que existan nuevos impuestos, lo que es un riesgo para todas las industrias», ya que «hay un problema fiscal grave».
Triunfo electoral bajo recesión
Caviedes, director de GBS Finance y socio de Humboldt Management, resaltó la capacidad de Noboa para haber sido reelegido frente a la candidata correísta Luisa González con el 55,63 % de los votos válidos en un contexto de recesión, donde según el Banco Central la economía ecuatoriana se contrajo un 2 % en 2024.
En ese sentido, apuntó que el decrecimiento del producto interior bruto (PIB) de Ecuador puede haber sido incluso mayor a lo reportado inicialmente por el Banco Central y estar más cercano al 2,5 %, especialmente por los más de dos meses a final del año que hubo racionamientos de electricidad con apagones programados de hasta catorce horas al día, debido a una grave crisis energética.
Caviedes indicó que el déficit en 2024 fue de aproximadamente 2.500 millones de dólares, después de que Noboa asumiese en 2023 un país que cerró con un déficit de alrededor de 4.800 millones de dólares, equivalente a aproximadamente el 5 % del PIB nacional.
Atención al déficit
Su perspectiva es que la economía ecuatoriana repunte en 2025 con un crecimiento del 1,5 %, lo que consideró insuficiente para cambiar la dinámica del país, sobre todo porque la tendencia del déficit es a terminar el año con 3.200 millones de dólares.
«Al mes de marzo, el déficit acumulado asciende a 672 millones de dólares, impulsado por menor disciplina fiscal», apuntó Caviedes al señalar que el Gobierno de Noboa ha empleado mucho dinero en bonos y subsidios en la campaña electoral para ganar los comicios.
En ese sentido, ve necesario que el campo Sacha, el de mayor producción petrolera de Ecuador, sea concesionado a una empresa privada que lo opere, conforme Noboa había acordado con un consorcio formado por la china Sinopetrol y la canadiense New Stratus Energy, lo que contemplaba una prima de entrada de 1.500 millones de dólares.
Además, calificó al 2026 como un año de «vida o muerte» para Ecuador ya que se verá en la necesidad de reesructurar y refinanciar la deuda externa, además de incentivar la llegada de inversiones, que se encuentra en niveles mínimos, y la creación de empleo, donde dos terceras partes de la población activa no tienen un trabajo formal.
En ese sentido, tildó de clave mantener el programa crediticio por valor de 4.000 millones de dólares iniciado desde el año pasado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para poder seguir teniendo acceso a los mercados internacionales de financiación. EFE
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