OIT: uno de cada 4 empleos globales está expuesto a la IA y un 3,3 % podrían automatizarse
Antonio Broto
Ginebra, 20 may (EFE).- Un total de 838 millones de empleos en el planeta, un 24 % del total, están expuestos en mayor o menor nivel a los rápidos avances de la inteligencia artificial (IA), y un 3,3 % (115 millones) corren riesgo de automatización, advierte un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El estudio, actualización del primero que la OIT elaboró sobre la cuestión en 2023, indica que la IA podría afectar más en términos relativos a las mujeres (un 28 % de sus empleos, o 390 millones) que a los hombres (21 %, 448 millones), con riesgos de automatización del 4,7 % del empleo femenino y del 2,4 % del masculino.
Con respecto al estudio de 2023, la OIT ha aumentado en más de un 50 % el número de empleos «potencialmente automatizables», que entonces calculaba en 75 millones, aunque por otro lado ha reducido un 20 % el total de puestos expuestos en general a la IA, ya que hace dos años los cifraba en unos 1.055 millones.
Los nuevos cálculos, analiza el informe, responden a una mejora metodológica que refina las estimaciones y también al hecho de que en tan sólo dos años ha habido avances en la tecnología y a la vez una mayor comprensión en sus posibles limitaciones a la hora de adaptarse en empleos existentes.
La OIT, organización con más de un siglo de historia, también se muestra ligeramente optimista al señalar que en muchos casos de aplicación de IA en el mundo del trabajo seguirá siendo necesaria la intervención humana, por lo que «la mayoría de los empleos se transformarán, en lugar de ser destruidos».
Los trabajos de oficina, más «amenazados»
Entre los tipos de empleos que según la OIT corren mayor riesgo de automatización en sus tareas se citan aquellos dedicados a la introducción de datos, las operaciones de procesamiento de textos, la contabilidad, las estadísticas, las finanzas, los seguros, o los de departamentos de personal y de ventas en oficinas.
Estos empleos ya aparecían en la lista de 2023 pero se han añadido otros nuevos, como los analistas financieros, los de departamentos de créditos y nóminas, o los desarrolladores multimedia y de páginas web.
«Las crecientes capacidades de los modelos de inteligencia artificial generativa en áreas como la voz, la imagen o el vídeo han aumentado los potenciales de automatización en ocupaciones relacionadas con internet y los medios de comunicación», subraya el estudio.
Los cambios en la IA son tan rápidos como lo es su adopción, y la OIT señala en este sentido que en el estudio de 2023 «sus modelos eran vistos principalmente como generadores de texto avanzados» mientras que ahora ya han adquirido gran capacidad en tareas audiovisuales y otros campos, como la interacción con entornos de software o la toma de decisiones.
Por el contrario, algunos empleos que figuraban en la categoría más alta de automatización en 2023 ya no figuran en posiciones tan elevadas en 2025 pese a seguir expuestos a la IA, tales como los escritores, los programadores de aplicaciones, los recepcionistas de hotel o los encargados de funciones de secretaría.
Automatizar no todo un empleo, sino algunas de sus tareas
La OIT diferencia entre automatizar puestos de trabajo completos y sólo algunas de las tareas típicas de éstos, y subraya a este respecto que el uso de la IA para eliminar determinados procesos «puede permitir a los trabajadores tener más tiempo para trabajos que les permitan sentirse más realizados, o elevar su especialización».
Ello, analiza la organización, puede mejorar la calidad del empleo, pero ésta también corre riesgo de reducirse si la nueva tecnología se usa para «estandarizar los procesos de trabajo y reducir la autonomía humana», o no está bien diseñada y bien integrada al lugar de trabajo.
Es por ello, concluye la OIT, que es necesario que en la paulatina entrada de la IA en el mundo del trabajo sigan primando el diálogo social y las consultas con los empleados, «para garantizar que la IA generativa beneficie tanto a la productividad como a las condiciones laborales».
La OIT también indica que la aplicación de la IA podría no llegar con la misma velocidad a todos los países, debido a altos costes, carencias en la red eléctrica o el ancho de banda, o insuficiente capacitación de la mano de obra, especialmente en economías de bajos ingresos.
Curiosamente, el mismo informe de la OIT se apoya en la inteligencia artificial, ya que para calcular los diferentes potenciales de automatización de cada tipo de empleo se ha consultado al modelo de IA GPT-4, aunque los resultados fueron validados por expertos y contrastados con encuestas a trabajadores reales. EFE
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