ONU: 1,1 millones de desplazados en RD del Congo por los combates del M23
Kinsasa, 20 abr (EFE).- Los combates del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en el este de la República Democrática del Congo (RDC) han obligado a dejar sus casas a más de 1,1 millones de personas desde 2022, si bien algunas han vuelto a tras una retirada parcial de los insurgentes, informó este jueves la ONU.
«Aunque se han reportado algunos movimientos de retorno tímidos, particularmente en el territorio de Rutshuru, donde cerca de 50.000 desplazados volvieron a sus hogares entre el 13 de marzo y el 1 de abril, la situación aún es preocupante para la mayoría de los desplazados, que viven en condiciones precarias», señaló la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un comunicado.
Pese a la retirada parcial de los rebeldes, la OCHA destacó que en la provincia oriental congoleña de Kivu del Norte aún hay más 1,1 millones de desplazados internos por «los enfrentamientos entre el Ejército congoleño y el grupo armado M23 desde marzo de 2022».
Hasta el 58,5 % de esos desplazados internos son menores de 18 años, y muchos necesitan «asistencia».
Según el documento, también las personas que regresan a sus casas necesitan «urgentemente» alimentos, artículos domésticos esenciales y refugio, ya que «están regresando a zonas donde meses de combates han dejado daños significativos que afectan a casi todos los aspectos de sus vidas».
Desde la reactivación de los intensos combates del M23 en marzo de 2022 tras varios años de calma, los insurgentes consiguieron tomar numerosas áreas y localidades estratégicas en el este de la RDC, así como tres de las cuatro carreteras que conectan la populosa ciudad Goma, capital de Kivu del Norte.
Sin embargo, los rebeldes empezaron a retirarse de algunas de esas zonas el pasado marzo, después de que los líderes de la Comunidad del Este de África (EAC) exigiesen su repliegue en varias ocasiones.
Sus combates también han desencadenado una crisis diplomática en la que las autoridades congoleñas acusan a la vecina Ruanda de apoyar al M23, algo que Kigali ha negado rotundamente pese a que al menos dos informes de la ONU confirmaron la colaboración.
Al mismo tiempo, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE
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