Países Bajos desestima el caso de secuestro 6 niños por su padre en granja

La Haya, 4 mar (EFE).- La Justicia neerlandesa desestimó este jueves la demanda contra un padre de 68 años sospechoso de secuestrar y aislar a sus seis hijos casi una década en una granja de Ruinerwold, en el norte de Países Bajos, y lamentó que su deteriorada salud mental impide la celebración de un juicio justo en un polémico caso que salió a la luz en 2019.

El caso de Gerrit Jan van D. no podrá seguir adelante, según el tribunal, porque la mala salud impide una defensa justa de los motivos que le llevaron a mantener a sus seis hijos totalmente aislados del mundo durante más de nueve años, una decisión que llega dos semanas después de que la Fiscalía se retirara del caso por las mismas razones.

El sospechoso tuvo una hemorragia cerebral hace años que le provocó daños severos, lo que le mantiene paralizado, y su memoria y sentido de la realidad están “seriamente afectados”, haciendo que sea incapaz de entender el proceso y de comunicarse, según los expertos de la clínica psiquiátrica Pieter Baan Centrum, que le vigilaron durante meses.

Según el juez, esto hace que no pueda contar su historia y continuar con el caso sería una violación del artículo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos: un juicio justo.

El caso salió a la luz en octubre de 2019, cuando el hijo mayor, de 25 años, huyó de la granja y dio la voz de alarma en una cafetería cercana, avisando a la Policía de la situación de cautiverio en la que se encontraban sus hermanos, asegurando que vivían “en muy malas condiciones”.

Al día siguiente, la policía, que había conducido la noche anterior al hijo mayor de vuelta a la granja, acudió a la finca y localizó efectivamente al padre, sus seis hijos y otro hombre sin relación familiar con ellos, recluidos en la granja. Los hijos, de entre 18 y 25 años, habían estado fuera del radar de las instituciones, incluidos colegios y municipio.

ABUSOS Y MALOS ESPÍRITUS

Tras descubrirse la situación, los seis fueron registrados en el municipio para conseguir sus certificados de nacimiento y documentación de identidad. La madre murió el 6 de octubre de 2004 en Zwolle, según la Fiscalía.

Además de los cargos de privación de libertad de sus seis hijos, la Fiscalía también había acusado al padre de presuntamente haber abusado de dos de sus otros tres hijos mayores, que habían huido de él hacía más de una década y que no se encontraban con el grupo de los seis retenidos en la granja de Ruinerwold.

En una audiencia el año pasado, salió a la luz que el padre había dirigido la granja como una especie de comuna religiosa y que castigaba física y psicológicamente a sus hijos para sacarles los “malos espíritus”, negándoles la comida o encerrándolos en “aislamiento solitario” durante días.

La Fiscalía, que pidió hace dos semanas poner fin al caso por la condición médica del padre (que tiene nueve hijos en total), reconoció que no seguir con el juicio supone “un golpe” a los cuatro hijos mayores de Van D., que habían instado a procesar a su progenitor en busca de un reconocimiento del daño sufrido.

No obstante, sí continuará el caso contra Josef B., un austríaco de 69 años e inquilino de la finca en Ruinerwold, que está acusado de complicidad con Van D. en el cautiverio de sus hijos y de facilitar el aislamiento de la familia llevándoles comida para que no se vieran en la necesidad de interactuar con el mundo exterior, según concluyen las autoridades, que le juzgarán por colaborar en la privación de libertad de los hijos. EFE

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