Pakistán defiende plan para deportar a migrantes indocumentados pese a presión de la ONU
Islamabad, 30 oct (EFE).- Pakistán defendió este lunes que su plan para deportar a los migrantes indocumentados, cuya fecha límite para abandonar el país expira mañana, se aplicará por igual a todos los extranjeros no registrados, después de que la ONU solicitase suspenderlo por poner en peligro a miles de afganos.
«El Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales (IFRP, en inglés) se aplica a todos los extranjeros ilegales que residen en Pakistán, independientemente de su nacionalidad y país de origen», afirmó en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Pakistán, Mumtaz Zahra Baloch.
El portavoz respondió así a la petición que emitió el pasado viernes la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones, que instó a las autoridades paquistaníes a suspender la deportación forzosa de ciudadanos afganos indocumentados a partir del 1 de noviembre, ya que podría agravar la crisis humanitaria existente en Afganistán.
Según la ONU, hay más de dos millones de afganos indocumentados viviendo en Pakistán, de los cuales al menos 600.000 abandonaron Afganistán tras la toma de poder de los talibanes en agosto de 2021.
Por lo que teme que la deportación de la mayoría de ellos de vuelta a Afganistán les ponga en riesgo de ser arrestados y torturados por parte de las autoridades locales.
No obstante, Baloch aseguró que la decisión de deportar a todos los migrantes indocumentados «obedece a las leyes internas soberanas de Pakistán y cumple con las normas y principios internacionales aplicables».
En este sentido, aclaró que todos los ciudadanos extranjeros que residen legalmente o están registrados en Pakistán están fuera del alcance del plan.
«La comunidad internacional debe intensificar los esfuerzos colectivos para abordar las situaciones prolongadas de refugiados mediante la promoción de soluciones duraderas como cuestión prioritaria», destacó el portavoz.
El Gobierno paquistaní dio a principios de octubre un ultimátum a todos los inmigrantes en situación irregular, incluyendo a cerca de 1,7 millones de nacionales afganos, para abandonar Pakistán antes del 31 de octubre.
Pakistán y Afganistán comparten una frontera porosa que se extiende alrededor de 2.600 kilómetros de longitud. Miles de personas han estado cruzando la fronteriza a diario y sin visado, pero tras la fecha límite las autoridades paquistaníes empezarán a solicitar estos documentos, de requisito obligatorio para entrar al país.
Pakistán reconoce la presencia de 1,4 millones de refugiados afganos, registrados ante las autoridades, pero como otros países del sur de Asia, no es parte de la Convención sobre refugiados de la ONU de 1951 y carece de una legislación específica para este colectivo.
Según datos de la ONU, al menos 59.780 personas habrían regresado a Afganistán a fecha del 15 de octubre. EFE
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