AI interpela a candidatos guatemaltecos
Con un putsch ‘made in USA’, contra el presidente Jacobo Arbenz, de origen suizo, concluía el 27 de junio de 1954 la Primavera de Guatemala. De una política social, el país pasaba al período más negro de su historia reciente. En 1960 estallaba una Guerra Civil que se prolongaría durante 36 años y cuyas heridas siguen abiertas.
Por ello, y en vísperas de las presidenciales, Amnistía Internacional exige compromiso con derechos humanos.
“Queremos dar a conocer a los candidatos nuestras preocupaciones por la grave situación de los derechos humanos en Guatemala”, explica Alma Noser, vocera del capítulo suizo de la organización internacional.
Y es que, a la impunidad de los crímenes en tiempos de guerra, se suma la impunidad de los crímenes “en tiempos de paz”; al genocidio se añade el feminicidio; los campesinos siguen sin tierra; la mayoría de la población está sumida en la pobreza y los defensores de derechos humanos son blanco de toda suerte de ataques.
Nuevas técnicas, viejas preocupaciones
Por todo lo anterior, y en vista de las elecciones del 11 de septiembre, Amnistía Internacional diseñó una estrategia de comunicación entre la ciudadanía y los aspirantes al ejecutivo guatemalteco a través de Facebook. A invitación de la entidad, los internautas han planteado diversas interrogantes sobre la manera en que los candidatos pretenden hacer frente al tema de los derechos humanos:
“¿Cuáles son sus compromisos con los derechos humanos?” “¿Qué haría usted para mejorar la situación de los derechos humanos en Guatemala?” “Cuáles serían sus prioridades en materia de derechos humanos si resultara electo”.
Asimismo, la ONG envió una carta a los candidatos en la que los hace parte de su inquietud y los conmina a comprometerse con esas garantías individuales.
“Los obstáculos al respeto de los derechos humanos en Guatemala continúan siendo significativos y generalizados en todo el país. La violación de los derechos humanos de ciertos sectores mayoritarios de la sociedad sigue siendo un elemento común que ha caracterizado a Guatemala desde su conflicto armado interno y durante las últimas décadas”, reza la misiva.
A guisa de ejemplo señala que además de soportar actos de violencia, las mujeres y niñas son víctimas frecuentes de discriminación por parte de la policía y los fiscales; “los campesinos, muchas veces indígenas, ven cómo el brazo poderoso de la ley se manifiesta cuando hay que desalojarlos, pero se muestra ausente a la hora de hacer respetar sus derechos”.
700 casos de feminicidio
“El futuro presidente debe atender con mucho compromiso el tema del feminicidio. Solamente en 2010 fueron asesinadas casi 700 mujeres y hasta ahora un 98% de los casos se mantienen en la impunidad”, subraya Alma Noser.
Impunidad, al hablar de Guatemala el leitmotiv sería ese. Impunidad en el caso de las masacres que se registraron durante la guerra civil (cuyo saldo total fue de 200 mil muertos, 45 mil desaparecidos y un millón de desplazados), de los despojos agrarios, de los asesinatos de sindicalistas, de las agresiones contra defensores de derechos humanos (más de 300 registradas en 2010)…
“Guatemala -escribió el relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, que publicó dos informes sobre ese país, uno en 2007 y otro en 2009- es un buen lugar para cometer asesinatos, porque es casi seguro que el delito quedará impune”.
Solamente algunos de los autores de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra han sido juzgados, lamenta Alma Noser. Empero, añade, esos casos muestran que es posible hacer justicia si se tiene voluntad política.
La delincuencia al alza
Otro de los aspectos que aborda la carta de Amnistía Internacional y al que hace referencia nuestra interlocutora es el de la delincuencia actual.
Los miles de homicidios y otros incidentes violentos que se producen año tras año en el país “son indicativos de la debilidad del sistema de justicia penal, lo cual ha contribuido a agravar la precaria situación de la seguridad pública”, subraya el texto. “Algunos consideran que la situación no es mejor que durante la guerra”, añade Alma Noser.
A la problemática urbana se suma el conflicto agrario: millares de campesinos tuvieron que abandonar sus predios durante la guerra y el hambre ha llevado a muchos de ellos a ocupar terrenos, lo que ha derivado en desalojos forzosos y en muchas ocasiones violentos.
Amnistía Internacional urge a los candidatos a adoptar medidas justas para resolver el problema agrario. “No debemos olvidar -asienta la portavoz de AI Suiza-, que la total injusticia en la repartición de la tierra fue una de las principales causas del conflicto armado”.
Los DD HH, prioritarios
Amnistía Internacional pide también a los aspirantes al Ejecutivo guatemalteco el respeto de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos, especialmente en el cumplimiento de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Además, apunta nuestra entrevistada, “el nuevo gobierno debe ratificar por fin el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional”.
“Para quien llegue a ser presidente o presidenta de Guatemala, las prioridades a las que deberá enfrentarse para dirigir el país serán muchas y muy diversas. Ante todo, Amnistía Internacional espera y confía en que se entiendan los derechos humanos no como un asunto secundario o aislado de los problemas diarios políticos y económicos del país, sino como una parte integral y fundamental de la sociedad guatemalteca”.
En la lista de aspirantes a la Presidencia de Guatemala, Eduardo Suger, de origen suizo, contiende por segunda ocasión. En las elecciones de 2007 postuló por vez primera. Entonces y de manera previa a los sufragios, concedió una entrevista a nuestra corresponsal Norma Domínguez.
“Volví de Suiza porque estaba enamorado de mi esposa, y regresé a Guatemala a casarme. Cuando llegué me ofrecieron un trabajo en la Universidad y viendo las necesidades que había en la educación, me di cuenta que podía ser más útil aquí, en la formación de profesores y profesionales, que en un país tan avanzado como es la Confederación Helvética”, declaró entonces. ( Entrevista en más sobre el tema: Una Guatemala ‘inspirada en el modelo suizo’.)
Garantizar la investigación de delitos de genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y otras violaciones de derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno, así como el procesamiento de las personas responsables.
Garantizar que el respeto de los derechos humanos se incorpora a las políticas y actuaciones orientadas a mejorar la situación de la seguridad pública.
Aplicar mejoras en la investigación de actos de violencia contra la mujer, el trato de victimas, y la persecución penal de los responsables.
Acabar con la política de desalojos forzosos como medio de resolución de conflictos
agrarios.
Garantizar la protección de los defensores y defensoras de derechos humanos.
Respeto de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos.
Las elecciones están convocadas para el 11 de septiembre de 2011. Si ninguno de los candidatos recibe más de un 50% de los votos, el 6 de noviembre de 2011 se celebrará una segunda vuelta.
Para el mismo día 11 de septiembre hay convocadas elecciones municipales y legislativas.
Se han denunciado actos de violencia contra candidatos y candidatas, incluido el homicidio de tres de ellos desde que comenzó la campaña electoral en mayo de 2011.
La carta de Amnistía Internacional fue enviada (el 17.08) a: Adela de Torrebiarte, Acción de Desarrollo Nacional (ADN); Alejandro Giammattei, Centro de Acción Social (Casa); Eduardo Suger, Compromiso Renovación y Orden (Creo); Manuel Baldizón, Libertad Democrática Renovada (Líder); Otto Perez Molina, Partido Patriota; Patricia de Arzú, Partido Unionista; Rigoberta Menchú, Frente Amplio de Izquierda.
Eduardo Suger, candidato por segunda vez (2007) a la Presidencia, por el Partido Compromiso Renovación y Orden (Creo); nació en Zúrich y fue criado en Guatemala, hasta que a los 17 años regresó a su tierra natal para estudiar Matemáticas y Física, donde vivió durante ocho años.
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