Kosovo: la revancha de Carla del Ponte
Carla del Ponte se dijo “profundamente afligida” por los resultados del informe del Consejo de Europa que denuncia una red de tráfico de órganos encabezada por el primer ministro de Kosovo, Hashim Thaci.
“Los reportes revelados en ‘La Caza’ (su obra) condujeron a esta investigación”, enfatizó a swissinfo.ch la actual embajadora de Suiza en Argentina y ex fiscal general del TPIY, en sus primeras declaraciones exclusivas tras la publicación del texto.
En la tarde del martes (14.12) se conoció un informe preliminar del Consejo de Europa que pone al descubierto que al terminar la guerra de Kosovo entre 1998 y 1999, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) mantuvo prisiones secretas donde encarceló a serbios y albanokosovares bajo condiciones inhumanas, hasta hacerlos desaparecer.
Según el documento redactado por el suizo Dick Marty para el Consejo de Europa, el primer ministro kosovar Hashim Thaci habría sido jefe de una organización mafiosa al final de los noventa y estaría implicado en tráfico de órganos, órdenes de asesinatos y otros delitos.
Un libro que trazó un camino para la Justicia
La primera en alertar sobre estos delitos había sido la ex fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) y actual embajadora de Suiza en Argentina, Carla del Ponte. En su libro ‘La caza. Yo y los criminales de guerra’, cita testimonios que denunciaban la supuesta extracción de órganos internos a 300 serbios deportados de Kosovo al norte de Albania.
swissinfo.ch pudo reunirse en la tarde de ayer con la embajadora, quien entre preocupada y satisfecha por la inminente llegada de la ‘justicia’ ante estos hechos aberrantes, sostuvo:
“Durante la primavera de 2008 llamé la atención sobre reportes creíbles que la oficina del fiscal del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) había recibido sobre secuestros y desapariciones de personas en Kosovo en 1999, e indicios de que algunas de las víctimas de esos secuestros fueron muertas en un esfuerzo organizado de beneficiarse con la captura y tráfico de sus órganos”.
“Estas indignantes aseveraciones hechas en mi libro de memorias ‘La Caza…’ fueron respaldadas por evidencias físicas creíbles y comprobables obtenidas durante una misión en el territorio de la República de Albania por investigadores del TPIY y de la Misión de las Naciones Unidas en Kosovo (UNMIK) en la presencia de un fiscal del gobierno de Albania”, relató Del Ponte.
La razón por la que incluyó dichas afirmaciones en su libro fue para promover un seguimiento serio de las mismas y para que, si los hallazgos lo ameritaban, tuviesen la subsecuente investigación criminal.
Cuando las autoridades no quisieron escuchar…
“Dicha investigación criminal no podría haberse llevado a cabo por el TPIY porque esta no tenía la jurisdicción en este asunto, mientras que la UNMIK y las autoridades locales de Kosovo y de la República de Albania sí la tenían, además de autoridad para realizar este esfuerzo”, explicó Del Ponte y agregó:
“Sé que los reportes citados en ‘La Caza…’ condujeron a una investigación del Consejo de Europa, cuyo informe, en forma de borrador, fue publicado en su sitio web este martes”.
La ex fiscal agradeció al Consejo de Europa por haberse hecho cargo de la investigación, pese a las declaraciones de ex miembros del ‘staff’ del TPIY:
“La del Consejo de Europa fue la única investigación creíble jamás realizada por cualquier cuerpo competente, local o internacional, en este asunto”, puntualizó.
“Estoy ‘shockeada’ y profundamente afligida por los hallazgos presentados en este borrador y por sus alegatos acerca de que la ‘cosecha de órganos’ -es decir, acerca del asesinato intencional de prisioneros con el propósito expreso de remover y vender sus órganos internos para lucrarse- fue llevado a cabo por miembros de alto rango del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), incluyendo individuos con altas posiciones en el gobierno actual de ese país”.
La embajadora dijo estar “sacudida” por el hallazgo del informe, que sostiene que artefactos recogidos durante la misión del TPIY-Misión Europea en Kosovo (EULEX) en Albania, junto con otras evidencias, fueron destruidos negligentemente y sin su conocimiento ni autorización por la Fiscalía del TPIY durante su gestión como fiscal general.
“Las autoridades de Kosovo y el gobierno y la justicia de la República de Albania no hicieron ninguna investigación sobre las declaraciones recogidas en mi libro, y acaban de desestimar las graves acusaciones volcadas en el informe del Consejo de Europa”.
Que sea un grito para poder juzgar a los criminales
“Por eso imploro a la Unión Europea (UE), a los Estados Unidos, a otros países interesados y a las Naciones Unidas (ONU) que provean a la EULEX (misión europea de justicia y policía en Kosovo) de todo el apoyo político y material para llevar a cabo la investigación criminal de estas acusaciones y para el enjuiciamiento de todas las personas sospechosas de haber participado en estos crímenes”, sostuvo contundente.
“Más aún, imploro a todos ellos a redoblar sus esfuerzos para desarrollar e implementar las capacidades necesarias para la aplicación de la ley y la erradicación del tráfico ilegal de órganos, en especial la ‘cosecha de órganos’ de individuos contra su voluntad”.
Del Ponte sostuvo que está claro que el mundo necesita un mejor sistema para proveer órganos saludables a las víctimas de enfermedades que los necesitan para vivir, pero afirmó al respecto:
“La depravación del tráfico de órganos humanos, así como la resistencia de la gente a creer que los criminales son capaces hasta de asesinar a gente inocente para poder extraerles sus órganos y venderlos, refleja, quizás, la resistencia de la prensa y la justicia para desenterrar estos temas y la resistencia de los oficiales responsables de avanzar en su persecución”.
“Dejemos que las acusaciones del Consejo de Europa se transformen en un grito para que la comunidad internacional haga lo que se necesita para resolver este problema”,concluyó.
Nació en 1947 en Bignasco, en el cantón del Tesino.
Cursó estudios de Derecho Internacional en Berna, Ginebra e Inglaterra.
En 1981 fue nombrada fiscal del cantón del Tesino; y de 1994 a 1999 estuvo al frente del Ministerio Público de la Confederación, la fiscalía suiza.
En 1999 fue nombrada fiscal general del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por el entonces secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.
A finales de 2007 dejó el TPI y fue nombrada embajadora de Suiza en Argentina, cargo que concluye en febrero de 2011.
En agosto de 2010, el TPIY abrió una investigación preliminar contra su ex fiscal general por haber ejercido presuntamente presiones sobre algunos testigos.
En su libro, Carla del Ponte recorre ocho años de ‘caza’ a personas que cometieron delitos horrendos.
A lo largo de 400 páginas, la autora revela antecedentes dramáticos e incómodos sobre algunos de los episodios más oscuros de la historia reciente de Europa, y evidencia la dificultades que suelen existir entre la fiscalía y la política.
Su labor permitió detener y poner a disposición judicial a decenas de acusados de genocidio y otros crímenes de guerra, entre ellos, Slobodan Milosevic, ex presidente de Serbia, fallecido en 2006 durante su detención en La Haya.
Durante su misión en La Haya, del Ponte presentó pruebas contra dos de los prófugos más buscados del mundo: los serbobosnios Radovan Karadžić y Ratko Mladić, acusados de la masacre de Srebrenica.
‘La caza…’, publicado en italiano por Feltrinelli, ha sido traducido a 12 idiomas, entre ellos el español (editorial Ariel).
El libro, que constituye un documento histórico muy importante para la justicia internacional, fue presentado por primera vez al público el 10 de mayo, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.