Polonia convoca al embajador ruso tras acusar a Moscú de sabotaje y cerrar otro consulado
Cracovia (Polonia), 12 may (EFE).- El Ministerio de Exteriores de Polonia ha convocado al embajador ruso, Serguéi Andréyev, para protestar contra el incendio que, según el Gobierno polaco, fue provocado hace un año en un centro comercial en Varsovia por orden de Moscú e informarle del cierre del consulado ruso en Cracovia.
El Ejecutivo polaco, incluyendo al primer ministro, Donald Tusk, y los ministros de Justicia e Interior, ha afirmado «con certeza» que el gran incendio en el centro comercial «Marywilska 44» en Varsovia el 12 de mayo de 2024 fue resultado de un sabotaje «ordenado por los servicios secretos rusos», y que «el ataque fue coordinado por una persona residente en la Federación Rusa».
El ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, señaló que, debido a la evidencia de que los servicios especiales rusos cometieron «un acto reprensible de sabotaje», él ha decidido retirar su consentimiento para el funcionamiento del consulado ruso en Cracovia.
Polonia ya ordenó el cierre de un consulado ruso el año pasado, lo que llevó a Rusia a cerrar el consulado polaco en San Petersburgo en enero pasado.
Rusia anunció inmediatamente una pronta y adecuada respuesta a la decisión del Gobierno de Polonia.
«Varsovia continúa destruyendo conscientemente las relaciones, actuando contra los intereses de los ciudadanos. Pronto habrá una respuesta adecuada a esos pasos inadecuados», afirmó la portavoz de diplomacia rusa, María Zajárova.
En marzo del año pasado, el embajador ruso ignoró una citación al Ministerio de Asuntos Exteriores polaco que se produjo después de que Polonia dijera que un misil lanzado contra objetivos en el oeste de Ucrania había violado su espacio aéreo.
Más recientemente, el viernes 9 de mayo, durante la conmemoración de 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en el monumento a los soldados soviéticos, el embajador Andréyev, que acudió al cementerio a depositar flores en Varsovia, fue recibido de manera hostil por un grupo de activistas ucranianos y polacos. EFE
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