Portugal se pregunta si mereció la pena integrarse en la UE y responde: «Claro que sí»
Lisboa, 12 jun (EFE).- Portugal conmemoró este jueves la firma hace 40 años del Tratado de Adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE), actual Unión Europea (UE), en un acto donde su presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, planteo si pasado este tiempo mereció la pena y respondió: «Claro que sí».
Rebelo de Sousa dio un discurso en un acto en el Monasterio de los Jerónimos en Lisboa, donde también intervinieron el expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durão Barroso (2004-2014) y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
En su alocución el jefe de Estado luso citó una frase del escritor luso Fernando Pessoa (1888-1935) para ilustrar si ha valido la pena.
«Un gran poeta portugués escribió, y no hay niño ni joven que no conozca esta frase, que ‘todo vale la pena cuando el alma no es pequeña’. En la integración europea bien se puede decir que valió la pena, porque el alma de Europa y el alma europea de Portugal nunca fue ni será pequeña», apuntó.
Aun así, admitió que no siempre las cosas fueron perfectas y se cometieron a veces errores, creando distancia entre Bruselas y los europeos.
Por ello, consideró que «una Europa de los ciudadanos o, más aún, una Europa de las personas debe seguir siendo una prioridad y no solo un cliché o una coartada».
El mandatario luso apuntó que el desafío de hoy es mantener el camino de integración adaptándolo a las nuevas realidades, con nuevas respuestas a nuevos problemas y siendo conscientes de que la construcción de la UE es un diálogo democrático y plural, de salvaguarda de la primacía de las personas y su dignidad.
«Y hacerlo en defensa de la paz, la justicia, la solidaridad, el bienestar, un mundo mejor para nosotros y para los demás. Nunca debemos renunciar a nuestros ideales. Tampoco debemos olvidar la identidad del proyecto europeo, sus valores, principios y métodos de acción», advirtió.
Recordó que la principal conquista europea fue la paz y, destacó, «ese sigue siendo el principal objetivo, la principal razón de ser».
Y señaló: «en estos días convulsos, necesitamos un nuevo llamamiento Schuman. Una nueva alerta a las conciencias de los pueblos europeos ahora envueltos en nuevos y terribles conflictos», dijo Rebelo de Sousa, en referencia al considerado arquitecto del proyecto de integración europea, el que fuera primer ministro y titular de Exteriores de Francia Robert Schuman (1886-1963).
Rebelo de Sousa agregó que la supervivencia de la UE depende también de su capacidad de cultivar y mantener un círculo de Estados fronterizos amigos, «o como mínimo pacíficamente dialogables».
En el acto, también habló el primer ministro portugués, Luís Montengro, quien hizo hincapié en la idea de que la integración en la UE no fue «una opción fácil», aunque sí «fundamental para un futuro de progreso y modernidad».
«Exige mucho de los portugueses, aunque les abra simultáneamente grandes perspectivas de desarrollo», recordó.
«Hoy cuatro décadas después podemos afirmar con profunda convicción que fue la elección acertada, Portugal conoció a partir de ese momento una dinámica de continuo crecimiento y de profunda transformación», remarcó.
Por otro lado, Montenegro llamó la atención sobre el hecho de que «uno de los más serios desafíos» que afronta la UE es el aumento de los populismos y extremismos, que calificó como «una amenaza directa para el funcionamiento de las instituciones democráticas y de la cohesión de las sociedades».
«Igualmente afrontamos problemas estructurales como los retos demográficos, las asimetrías territoriales, los desafíos de la vivienda, de la competitividad, de la valorización de los ingresos», apuntó Montengro, que afirmó que estas son cuestiones que «exigen coraje político, visión estratégica y, sobre todo, un compromiso renovado con una profundización y fortalecimiento del proyecto europeo». EFE
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