Presidente luso descarta adelanto electoral pero advierte que estará «atento»

Lisboa, 4 may (EFE).- El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, descartó hoy disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas por la crisis política que le ha enfrentado con el primer ministro, el socialista António Costa, pero advierte de que estará «más atento e interviniente».

Rebelo de Sousa señaló en un mensaje a la nación que, pese a las divergencias con el primer ministro, prefirió «garantizar la estabilidad nacional» y descartar escenarios que impliquen ir a las urnas.

«No hay, por mi parte, ninguna voluntad de crear inestabilidad», aseguró el presidente, que aseveró que no cuenten con él «para crear conflictos».

Aun así, avisó de que estará «más atento e interviniente» en el día a día para garantizar la «responsabilidad política» de los gobernantes.

«Espero poder contar con la sensatez, el sentido de Estado y el patriotismo de todos», insistió en un duro discurso.

Rebelo de Sousa ya había manifestado que no estaba de acuerdo con la decisión de Costa de mantener en funciones al ministro de Infraestructuras, João Galamba, salpicado por una nueva polémica que envuelve a la aerolínea TAP y a uno de sus asesores, pero hoy dejó todavía más críticas.

«¿Cómo puede un ministro no ser responsable por uno de sus colaboradores?», cuestionó el presidente, que consideró que un gobernante sabe que, al asumir el cargo, «acepta ser responsable por lo que hace y lo que no hace».

Faltó «credibilidad» y la «responsabilidad administrativa es esencial», dijo.

«Responsabilidad es más que pedir disculpas» y el problema «no desaparece diciendo que ya pasó, nunca pasa», afirmó.

La confrontación entre el presidente y el primer ministro surgió a raíz de una nueva polémica con TAP.

La comisión parlamentaria que investiga la gestión de la aerolínea desveló que hubo una reunión «secreta» entre el Partido Socialista (PS), que gobierna con mayoría absoluta, y la exCEO de TAP Christine Ourmières-Widener para preparar la comparecencia de esta ante el Parlamento.

La reunión fue coordinada por un adjunto de Galamba que acusó al ministro de mentir a la comisión parlamentaria y ocultar que hubo registros por escrito de aquella reunión.

Al caso se sumó un giro rocambolesco: el adjunto fue despedido y después acudió al Ministerio para supuestamente robar un portátil «recurriendo a la violencia», hecho que fue denunciado por el Ejecutivo ante la Policía Judicial y que acabó implicando también a los servicios de inteligencia.

Este caso supuso un nuevo golpe sobre el Ejecutivo del socialista, que ha sufrido una docena de bajas en poco más de un año de mandato con mayoría absoluta, tres de ellas debido a la polémica que TAP arrastra desde hace meses por el pago de una indemnización ilegal a una exadministradora y que también provocó el cese de la cúpula de la aerolínea.

Costa gobierna con mayoría absoluta desde marzo de 2022, después de unas elecciones anticipadas que llegaron tras la decisión del presidente de disolver el Parlamento al no conseguir que el Gobierno aprobara el Presupuesto. EFE

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