Primo de Al Asad dice haber reactivado una fuerza para luchar contra nuevo Gobierno sirio
El Cairo, 27 abr (EFE).- Rami Makhlouf, el primo del derrocado presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró este domingo haber reactivado una fuerza para luchar contra el nuevo Gobierno de Siria, tras la oleada de violencia en la costa del país del pasado mes de marzo.
«Hemos trabajado día y noche a lo largo de varias semanas, hemos reunido nuestra filas, nos hemos preparado y hemos reactivado de nuevo las fuerzas de élite. Gracias a Dios, hemos formado quince divisiones, de casi 150.000 efectivos de élite (fuerzas especiales) además de una unidad de reserva con la misma cifra», afirmó en un comunicado en su página oficial de Facebook.
Indicó que han sufrido la «injusticia en la era del exrégimen», en referencia a la mano de hierro del gobierno de su familia, y apuntó que han sido «masacrados en la era del nuevo régimen», por lo que reafirmó su «derecho» a la «defensa propia ante quienes vienen a masacrarnos».
«Al Gobierno sirio le digo: No pudisteis protegernos de la masacre, ni del asesinato, ni del secuestro, ni del cautiverio que sigue en marcha hasta hoy en día», manifestó.
«Sabéis bien que no he aceptado ningún arreglo para recuperar mis negocios antes de que nuestras familias en la región costera vivan con dignidad y paz. De ahí, sí estaría dispuesto a negociar cualquier acuerdo que sirva a nuestro pueblo y nuestras familias. Que todos sepan que la bandera de la región de la costa siria es el rojo, blanco y negro que sale en mi página», concluyó.
Esta acción de Makhlouf se produce tras el llamamiento de Suhail Hasan, apodado como «Nimr» (Tigre), un oficial militar sirio que era comandante de las Fuerzas Especiales del Ejército Árabe Sirio, aseveró.
Pese a estas declaraciones, hasta ahora no ha habido significativas movilizaciones en Siria y ataques contra las fuerzas de seguridad del nuevo Gobierno desde lo ocurrido en la costa mediterránea.
El pasado 9 de marzo, Makhlouf culpó a Al Asad y a los grupos leales al antiguo régimen sirio de «traficar con la sangre de los alauitas» tras la oleada de violencia en la costa de Siria, en la que cientos de personas murieron, principalmente miembros de la minoría alauita, rama derivada del islam chií que profesa la familia Al Asad.
En marzo, grupos armados con vínculos con el antiguo régimen lanzaron una serie de ataques contra las provincias occidentales de Latakia y Tartús, lo que provocó una campaña de respuesta por parte de las fuerzas que le derrocaron en diciembre y de formaciones aliadas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización con sede en el Reino Unido dedicada a informar sobre la violencia en Siria, informó de la muerte de 1.614 civiles en el estallido, mientras que la Red Siria de Derechos Humanos situó la cifra de fallecidos en 803 muertos, entre ellos al menos 211 civiles. EFE
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