Perspectivas suizas en 10 idiomas

Refugiados palestinos en Líbano y Siria recobran protagonismo por la solidaridad mundial

En una callejuela del campamento de refugiados palestinos de Chatila en Beirut, el 21 de mayo de 2021 afp_tickers

Durante la reciente violencia entre israelíes y palestinos, Mira Krayem había perdido el sueño. Esta joven refugiada recorría las calles en Beirut y llevaba la voz de su pueblo en las redes sociales, al igual que muchos palestinos en el mundo.

“Tengo la impresión de que es la primera vez que la causa palestina se debate tan ampliamente y con tanta energía y entusiasmo en todo el mundo”, afirmó la estudiante de 24 años.

“Sentimos tener una voz”, afirma, sentada en una terraza con vista al campo de refugiados palestinos de Chatila en Beirut, donde creció.

Desde su exilio con la creación del Estado de Israel en 1948, los refugiados palestinos y sus descendientes han visto su causa opacarse a lo largo de décadas.

Pero un sobresalto inesperado le dio un nuevo impulso a principios de mayo: las manifestaciones de solidaridad con los habitantes palestinos del barrio de Sheikh Jarrah, amenazados de expulsión en beneficio de colonos judíos, que han enfurecido al sector palestino de la Jerusalén ocupada desde hace más de 50 años por Israel.

La violencia entre israelíes y palestinos llegó a la Mezquita de Al Aqsa y luego al territorio israelí, antes de estallar un nuevo conflicto, de 11 días, entre Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, e Israel.

Si bien países como Estados Unidos han apoyado el derecho de Israel a defenderse, el balance humano y material de los bombardeos generó indignación.

En varias capitales occidentales se realizaron manifestaciones de solidaridad y decenas de miles de usuarios se alzaron contra Israel en las redes sociales, incluidas figuras como las modelos Bella y Gigi Hadid o la congresista progresista Alexandria Ocasio-Cortez.

– “Mañana cuando regresemos”

Varios países, la ONU y organizaciones de defensa de derechos humanos han endurecido el tono. Human Rights Watch usa la palabra “apartheid” al hablar del Estado de Israel.

En el campamento de Chatila, el fervor revolucionario está ganando miles de refugiados palestinos, eclipsando brevemente el peso de la profunda crisis económica que afecta al Líbano.

En el laberinto de callejuelas estrechas bajo un entramado de cables eléctricos, los niños agitan banderas palestinas camino a la escuela. En las casas, las familias están clavadas al televisor.

“Todo el mundo en el campamento quiere ayudar (…) las discusiones sobre Palestina no paran. Ahora se oye a la gente decir ‘mañana cuando regresemos'”, dice Mira.

Los refugiados palestinos en el Líbano viven en condiciones de pobreza en campamentos con una infraestructura deteriorada. En su vida cotidiana, para la educación y la salud, dependen de la ONU.

Mientras los palestinos siguen exigiendo el derecho de retorno a la tierra de sus antepasados para los millones de refugiados, especialmente los de Jordania, Líbano y Siria, Israel se opone.

Durante la reciente violencia en los territorios palestinos ocupados, Mira tuvo que hacer malabarismos entre las manifestaciones, sus estudios universitarios y los cursos de historia y folclore que imparte voluntariamente a los niños en tres campamentos de refugiados palestinos.

Su energía es emblemática de una generación que preserva la memoria incluso habiendo nacido mucho después de la “Nakba”: la “catástrofe” que representó para los palestinos la creación del Estado de Israel en 1948 y el éxodo de más de 700.000 palestinos según la ONU.

– “Aislados” –

Esta memoria es preservada por los mayores como Rahmeh Abdelkader, una refugiada palestina que vive en Damasco. Tenía nueve años en 1948 cuando tuvo que abandonar su ciudad, Jaffa, cerca de Tel Aviv.

“Incluso después de todos estos años, la imagen de este lugar sigue viva en mi memoria”, dice a la AFP, rodeada de sus hijos y nietos.

“Hablo de ello todo el tiempo con mis nietos”, afirma.

Rahmeh Abdelkader conserva su viejo “Pasaporte Palestino”, entregado el 19 de mayo de 1952 en Gaza, entonces bajo administración de Egipto.

A su edad, la octogenaria es consciente de que no volverá a ver su tierra.

“Quizás mis nietos regresen un día, porque la justicia siempre prevalece, aunque tome tiempo”, manifestó.

Su hija Imane, de 55 años, dice que le han emocionado los mensajes de apoyo a la causa del pueblo palestino.

“En los últimos años, los palestinos se han sentido aislados. Pero después de todo lo que acaba de pasar, sentimos que hay gente con nosotros”, expresó.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR