Richard Thaler, Nobel de economía, planea gastar su premio «irracionalmente»

«Voy a gastar mi dinero lo más irracionalmente posible», bromeó Richard Thaler al recibir el Premio Nobel de Economía, de cerca de un millón de dólares, por sus trabajos sobre la irracionalidad humana en la economía.
Distinguiendo a este profesor de economía de 72 años, la Academia de Estocolmo otorgó su rango de nobleza a la economía del comportamiento, que ya había celebrado en varias ocasiones durante los últimos años.
«Dormía profundamente y me desperté a las 04H00 de la mañana», admitió, cuando recibió la llamada anunciándole la prestigiosa recompensa, contó Thaler, en una conferencia de prensa ofrecida el lunes en la universidad de Chicago, donde enseña.
«Contrariamente a Bob Dylan», a quien se otorgó el Nobel de Literatura el año pasado, «tengo la intención de ir a Estocolmo» a recibir el premio, bromeó el laureado, distendido y jovial.
Profesor de la facultad de comercio Booths de esta universidad, Thaler es pionero y pilar de la cátedra de economía del comportamiento, que asocia los conocimientos de la psicología y del comportamiento humano a la economía.
En 2008 publicó en colaboración «Nudge, el método persuasivo para inspirar buenas decisiones», que se convirtió en best-seller e influyó a gobernantes y empresas, proponiendo soluciones originales a problemas de ahorro, consumo y salud pública.
Integrando las investigaciones sobre la irracionalidad en el campo de la economía, resaltó los preconceptos humanos cognitivos o sociales que pueden afectar las tomas de decisión de los inversores y la orientación de los mercados.
– Factor posesión –
Su doctrina, bautizada también como «paternalismo libertario», fue también punto de referencia para los políticos, principalmente bajo la administración de Barack Obama. El co-autor de este best-seller, el jurista Cass Sunstein, fue uno de los consejeros del presidente demócrata.
Thaler dijo el lunes que unas 75 células que adoptaron el método «Nudge» (empujoncito, impulso, codazo amistoso) aconsejan actualmente a gobiernos, colectividades y empresas. Sus teorías fueron aplicadas, por ejemplo, para alentar a los consumidores a pagar el estacionamiento o vacunarse.
La teoría se basa en la idea de que los individuos toman sus decisiones financieras considerando primariamente su impacto a corto plazo.
El economista determinó lo que bautizó como el «factor posesión», que muestra que los individuos tienen una aversión a toda pérdida y otorgan más importancia a lo que ya tienen que a lo que todavía no poseen, incluso cuando el valor de ese objeto se haya degradado.
Eso los lleva a tomar decisiones financieras que no siempre son las convenientes para ellos, como postergar el ahorro para más tarde, o hacer una inversión en plena subida de precios o cotizaciones.
La doctrina de la economía del comportamiento, surgida a fines de los años 70 y promovida por la controvertida «Escuela de Chicago», recompensada por el Nobel acordado a Milton Friedman en 1976, revolucionó las teorías económicas clásicas, que consideraban que el individuo actuaba en su mejor interés.
Thaler reconoció que no siempre fue bien recibido en el mundo económico. «Los economistas raramente aceptan» una idea o una teoría, ironizó el lunes.
«No creo haber cambiado lo que la gente piensa en los últimos 40 años. En consecuencia, decidí corromper a la juventud, cuyo espíritu todavía no está modelado», admitió. «Los jóvenes economistas adoptaron la economía del comportamiento».
En 2002, un colega y co-autor de Thaler, el psicólogo Daniel Kahneman, había recibido el Nobel de economía, por sus investigaciones sobre la finanza del comportamiento.
Otros economistas de esa orientación también fueron reconocidos por la Academia, entre ellos Angus Deaton, laureado en 2015 por su análisis del consumo y el bienestar, así como Robert Shiller, premiado en 2013 junto a otros investigadores por sus estudios sobre la influencia de la psicología en los mercados financieros,