Situación en campos del EI en Siria se deteriora con niños sin repatriar
El Cairo, 23 mar (EFE).- La situación en los campos de presuntos miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) y sus familiares en el noreste de Siria se deteriora rápidamente con miles de niños sin repatriar y con un aumento de asesinatos, cumplidos ya dos años desde la caída del autoproclamado califato en el país.
«Lo que hemos visto en los últimos dos años es que la situación humanitaria y de seguridad se está deteriorando rápidamente en los campos, donde están atrapados, y en las prisiones, donde hay un trato degradante e inhumano», indicó hoy la investigadora de Human Rights Watch (HRW) para Siria, Sara Kayyali, en una videoconferencia organizada por el Instituto para Oriente Medio (MEI, siglas en inglés).
La investigadora indicó que «el vacío político no hará desaparecer las consecuencias» de la crisis al dejar la comunidad internacional «en un limbo» a los casi 43.000 hombres, mujeres y niños extranjeros vinculados al grupo extremista encerrados en campos y en las diferentes prisiones repartidas en el noreste de Siria, una cifra en la que no se incluye a sirios e iraquíes.
«No hemos visto una solución global. Parte del problema es la saturación, la falta de higiene y la incapacidad de dar educación a los 27.000 niños extranjeros que hay», indicó Kayyali para añadir que «poca ayuda humanitaria» entra a los campos, situados en territorio controlado por la administración kurdosiria y no por el Gobierno sirio.
Asimismo, señaló que han podido documentar 29 individuos que han sido asesinados por otros miembros «de la ideología del EI» en los campos «tan solo entre enero y febrero».
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno, informó de que este martes se había encontrado el cadáver de un iraquí «asesinado con varias balas en la cabeza» en el campo de Al Hol, el segundo en dos días consecutivos.
En un comunicado publicado hoy por HRW, la directora asociada de crisis y conflictos de la ONG subrayó que «este es el tercer año de detención ilegal en condiciones potencialmente mortales en el noreste de Siria mientras los gobiernos miran hacia otro lado».
Y agregó que «los gobiernos deberían ayudar a procesar de manera justa a los detenidos sospechosos de delitos graves y poner el libertad a todos los demás, y no ayudar a crear otro Guantánamo».
En 2019, durante los últimos meses de la ofensiva contra Al Baguz, el último reducto del EI en Siria, miles de combatientes y sus familiares fueron detenidos.
Las organizaciones han llamado en reiteradas ocasiones a la comunidad internacional para que repatrien a sus nacionales o se busque la manera de establecer un tribunal internacional para juzgarlos, pero sin éxito. EFE
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