Tensión en la coalición de Gobierno italiano por el aumento del gasto militar
Gonzalo Sánchez
Roma, 30 mar (EFE).- La coalición del Gobierno de Italia atraviesa horas de tensión por la determinación de su primer ministro, Mario Draghi, a aumentar el gasto en defensa tras la invasión de Ucrania y las reticencias de su principal socio, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), que considera que el dinero debe servir a otras prioridades.
El líder de esa formación, el ex jefe de Gobierno Giuseppe Conte, se ha convertido en la piedra en el zapato de la coalición, al ser el único que no ve apremiante elevar la partida de gastos militares al 2 % del producto interior bruto (PIB), como se acordó en 2014 con los socios de la OTAN.
«Resulta impensable una carrera armamentística en estos momentos y está fuera de la realidad pensar en aumentar en 12.000 o 15.000 millones de euros nuestros gastos militares en dos años», insistió hoy el antiguo primer ministro.
Se trata de un debate encendido en Italia que aleja las posiciones de Draghi, convencido europeísta y atlantista, de las del M5S, un partido que hasta hace poco cuestionaba esas alianzas históricas y miraba de buena gana a la Rusia de Vladímir Putin.
No en vano, el M5S llegó al poder en 2018 aliándose con la Liga del ultraderechista Matteo Salvini, entonces admirador de Putin, y en su pacto dejaron por escrito su determinación a retirar las sanciones a Moscú.
Ahora Conte, quien dimitió como primer ministro en enero de 2021, no es que no quiera aumentar el gasto militar, sino que prefiere que la meta del 2 % se alcance de forma progresiva al final de la década.
El ministro de Defensa, Lorenzo Guerini, insistió este martes en «la exigencia de respetar» la meta consensuada, el 2024. De hecho, recientemente ha publicado una carta abierta a los italianos con un título clarividente: «Sigamos adelante con los compromisos de la OTAN y renovemos nuestro ejército para construir la defensa de la Unión Europea».
Draghi recibió la pasada noche a Conte en el romano Palazzo Chigi, sede de la jefatura del Gobierno, y le aclaró que pretende cumplir con los compromisos habida cuenta del «momento tan delicado en las puertas de Europa», con la invasión rusa de Ucrania como telón de fondo.
Y, según publica hoy la prensa, Draghi dejó entrever que en caso de no tener el apoyo de Conte, el socio de mayor peso en la coalición de unidad nacional, su continuidad podría empezar a verse en entredicho.
Para convencerlo, le recordó que durante los dos años que estuvo al frente del Ejecutivo aumentó el gasto en armas, aunque en el M5S alegan que una cosa es eso y otra destinar el 2 % de la riqueza del país de golpe y porrazo.
Según datos de ese partido, en 2014 Italia invertía 18.400 millones de euros en equipamiento que se empleaba en misiones de la OTAN, un 1,14 % del PIB, pero la partida no hizo más que aumentar hasta los 26.000 millones de este año, es decir, un 1,5 % del PIB.
El M5S considera que si Italia quiere cumplir con el objetivo del 2 % en el próximo bienio, deberá desembolsar al menos 38.000 millones de euros solo en 2024. Y ahora, en su opinión, la prioridad es apuntalar la recuperación de la pandemia.
Para adquirir visos de realidad, el aumento del gasto deberá figurar el próximo mes de abril en el Documento de Economía y Finanza (DEF), un texto que cada año planifica las perspectivas presupuestarias e indica la línea económica del Ejecutivo.
No obstante, la posición de la coalición gubernamental quedará clara antes en la votación de una moción presentada por la única oposición a Draghi, los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, y que se debatirá en el Parlamento estos días para pedirle que gaste más en armas y defensa.
Todos los partidos del Hemiciclo se han alineado en el «sí», desde los progresistas del Partido Demócrata pasando por la conservadora Forza Italia o los ultraderechistas de Salvini o de Meloni, excepto el M5S y la izquierda de Libres e Iguales, ambos en el Gobierno.
La senadora de esta última formación Loredana De Petris sostiene que las inversiones «actualmente deben ir dirigidas a la energía renovable, no al gasto militar».
El temor ahora es que la heterogénea alianza que sostiene a Draghi se resquebraje, aunque Conte ha avanzado que su intención no es abrir una crisis de Gobierno, sino poner sobre la mesa un tema importante, en un momento en el que además Italia busca mantenerse entre los protagonistas de la respuesta a la crisis ucraniana. EFE
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