Traslado de restos de irlandesa Elisa Lynch al panteón de héroes abre debate en Paraguay
Asunción, 26 may (EFE).- El traslado, avalado por el Congreso, de los restos de la irlandesa Elisa Lynch (1833-1886), la compañera sentimental del presidente paraguayo Francisco Solano López (1827-1870), al Panteón de los Héroes, ha abierto un debate en el país suramericano, donde se ha extendido, más allá de su muerte, la controversia que acompañó en vida a esta mujer.
El motivo de la discordia es un proyecto de ley que el Senado aprobó, promovido por el gobernante Partido Colorado, «que otorga la nacionalidad paraguaya honoraria en carácter póstumo» y dispone llevar los restos de «Madame Lynch», como es conocida en el país, desde el cementerio de la Recoleta, en Asunción, al Panteón Nacional de los Héroes.
La propuesta consiguió el visto bueno de los diputados en diciembre pasado -donde se promovió- y ahora fue remitida al presidente del país, Santiago Peña, que definirá si lo sanciona o veta.
La exposición de motivos del proyecto de ley destaca que Lynch, nacida en Irlanda y quien conoció en París a Solano López, hijo del presidente Carlos Antonio López, «encarna todas las virtudes de la auténtica mujer paraguaya».
Además, señala que «acompañó al hombre que literalmente amó hasta su última batalla», la de Cerro Corá, donde Solano López fue abatido por las tropas brasileñas en 1870, lo que puso fin a la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), en la que Paraguay se enfrentó a Argentina, Brasil y Uruguay.
El texto refiere que, en el campo de batalla, Lynch «dirigía la atención de los heridos, el alimento de la tropa y de la población que acompañaba al ejército» y que en Asunción aportó con la organización de actividades de ocio y decoración.
Sin embargo, el senador opositor Eduardo Nakayama dijo a EFE que Lynch «fue una figura controvertida», que no solo «despertó recelos» en la sociedad colonial asuncena desde su llegada en 1855 por influir con «las modas y la cultura europea», sino que ha sido cuestionada por supuestamente haber acumulado tierras y propiedades.
«El Panteón tiene que ser para los héroes, que han servido a la patria ya sean en un ambiente militar como en uno civil», opinó el político, quien mencionó entre las «polémicas» el hecho de que el prócer adjudicó «de manera impropia» a su pareja unas «3.105 leguas», es decir, unas 14 millones de hectáreas, superficie que, según el legislador, equivale a lo que «sería un país como Bangladesh o Corea del Norte».
Nakayama citó, de otro lado, estudios académicos en los que se señala que los restos de Solano López no reposan en el Panteón, ubicado en el centro asunceno, sino, al parecer, en una fosa común en un campamento de Cerro Corá.
Por su parte, el también senador de oposición Rafael Filizzola afirmó a EFE que Lynch «tiene sus méritos» por haber estado junto a Solano López, aunque subrayó que también «hay muchísimas mujeres paraguayas que tienen iguales o mayores merecimientos» para ser homenajeadas.
Entre ellas mencionó a las «residentas», como son conocidas las mujeres que participaron de la Guerra de la Triple Alianza, y luego se ocuparon de la «reconstrucción» del país.
El senador colorado Javier Zacarías, argumentó, el pasado 21 de mayo durante el debate en la Cámara Alta, que corresponde una «reparación histórica» a Lynch, a quien consideró se le atribuye en gran medida «la reconstrucción de la moral y la dignidad del pueblo paraguayo».
Su voz fue secundada por el también oficialista Natalio Chase, quien aseguró que esta mujer «defendió la dignidad paraguaya ante los vencedores y fue una de las pocas personas que argumentó en contra del atropello, genocidio y lo que significó la Guerra de la Triple Alianza».EFE
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