Un novillo de Palma del Río y Bruno Aloi destacan en corrida de Ciudad de México
Borja Ilián
Ciudad de México, 30 oct (EFE).- La tercera novillada del serial de la Plaza de Toros Arroyo en la Ciudad de México finalizó con el arrastre lento para un novillo perteneciente al hierro de Palma del Río y dos orejas obtenidas por el novillero mexicano Bruno Aloi.
Los también mexicanos Jesus Sosa, Emiliano Robledo e Hidalgo García no cortaron apéndice alguno. Las reses de Palma del Río, Venta de Romero y José Arroyo fueron justas de presentación. Noble primera. Descastadas las otras tres.
Primera puerta grande del serial de novilladas en la Plaza Arroyo que hasta ahora se había mantenido firme ante el ambiente de los tendidos. El novillero Bruno Aloi fue el receptor de dos orejas solicitadas por unos aficionados volcados con el de luces quien es oriundo de la capital mexicana. La faena de Aloi fue con el cierra plaza, de la divisa de Jose Arroyo.
Aloi lo intentó lidiar con sentido, verticalmente, cruzado y con la muleta caída. El noblote iba sin brío y cayó mortecinamente en varios pases por lo que la faena de Aloi enlangueció. Al novillero se le hizo fácil mantener la compostura pesar de que los pases eran incompletos. Dejó una estocada algo desprendida pero eficaz. El aspirante a matador se llevó dos orejas.
Premio desproporcionado que enardeció el ambiente del recinto. El abre plaza fue para Jesús Sosa, éste recibió a puerta gayola a un ejemplar de Palma del Río con 412 kg de peso. Correcto de presentación mostró cualidades por ambos pitones en una primera tanda de medias verónicas y en otra de gaoneras. Se dejó castigar al caballo y adornar con los palitroques.
Sosa, ante semejante suerte en el sorteo, optó por desperdiciar la nobleza citando de rodillas. Luego lo hizo todo el rato en paralelo, perdiendo pasos con ligereza. No se quedó quieto a pesar de las facilidades del astado.
Al natural dio tirones más que realizar pases. Lució figura por la permisividad del rival al tiempo que soltaba trapazos cada vez con más ostentación.
Errores al estoquear fueron el colofón de una faena por debajo del novillo el cual recibió arrastre lento.
Un astado de buena alzada perteneciente al hierro Venta de Romero saltó en segundo lugar. Se trasladó mustiamente.
Obligó por su mal tranco y elevadas hechuras a otro buen par de banderillas de Claudio Montiel, ya había saludado con el primero de la tarde, reunido el par de banderillas asomándose al balcón de la muerte con temple.
El debutante Hidalgo Garcia reunía con pureza la muleta, cargando la suerte, y a punto varías veces quedó de algún pase de importancia con un descastado animal. Faltó sangre brava y un pasito adelante del novillero para que sucediese.
Buenos conceptos los de Garcia que no estiró con artificios la vida del manso.
Emiliano Robledo toreó a un listón y bragado de apariencia desparramada. Lo hizo esencialmente con el exterior de la muleta y muy tapado por la distancia, pero una tanda quieto y con mando salvó mínimamente su presentación en Arroyo ante un astado justito de casta y fuerzas.
Tras la mencionada fase de derechazos Robledo perdió la distancia y el Palma del Río las energías. El espada faltó a su apelativo y el bovino fue devuelto vivo. EFE
bi/ia/bdp
(foto)(video)
© EFE 2023. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.