Una candidata drusa desea romper el techo de cristal en legislativas israelíes

Modelo de integración para unos y símbolo de emancipación para otros, Gadeer Kamal Mreeh es la primera mujer drusa convertida en diputada israelí. Inmersa de nuevo en una campaña electoral, su caballo de batalla será enmendar la ley que define a Israel como «Estado judío».
Ante una hilera de mujeres sentadas con sus largas túnicas negras y sus velos blancos cubriendo el cabello, vestimenta tradicional de las mujeres drusas, destaca el sobrio traje de chaqueta y pantalón negros de Gadeel Kamal Mreeh.
«Estamos orgullosas de ti», lanza una de las presentes en la reunión, dedicada a escuchar el programa político de la candidata en su pueblo, Daliat el-Carmel, en las verdes colinas del norte de Israel.
Mreeh, de 35 años, se convirtió en la primera mujer drusa en entrar en la Knéset, el Parlamento israelí, el pasado abril. Ante la imposibilidad de formar un gobierno, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu decidió disolver el Parlamento y Mreeh volvió a hacer campaña para las legislativas del 17 de septiembre.
La candidata ocupa el puesto 25 en la lista del partido de centro «Azul-Blanco», del ex general Benny Gantz, el principal rival de Netanyahu, y tiene muchas posibilidades de entrar en el Parlamento.
«Es la única manera de cambiar las cosas», dice a la AFP desde su pueblo, en Galilea. «Hay que mandar a casa a Bibi (diminutivo de Benjamin Netanyahu)e intentar que Israel encuentre de nuevo un poco de sensatez», agrega.
– «¡Lo logré!» –
El país se radicaliza, según esta candidata, que cita como ejemplo la ley votada en 2018 que define a Israel como «Estado-nación judío». Su caballo de batalla será dejar sin efecto esta ley.
«Es la razón por la que entré en política, para restablecer la igualdad», dice Mreeh, la primera mujer no judía que presentó el informativo en hebreo en una cadena de televisión nacional.
La ley del Estado-nación judío concede a los judíos el derecho «único» a la autodeterminación en Israel y proclama que el hebreo es la única lengua oficial del país. Este texto es considerado discriminatorio por sus detractores y es criticado por las minorías del país, como los palestinos con nacionalidad israelí y los drusos.
Unos 140.000 drusos viven principalmente en el norte de Israel y representan un 1,5% de la población. Todos ellos son ciudadanos israelíes salvo los residentes en los Altos del Golán, región ocupada por Israel a Siria en 1967 y anexionada posteriormente. La comunidad internacional, salvo Estados Unidos, nunca ha reconocido esta anexión.
Mreeh insiste en su campaña en el respeto por las minorías israelíes. «Soy mujer y pertenezco a una comunidad minoritaria», dice esta política. «¡Lo logré! No fue fácil, pero les aseguro que todos podemos lograrlo», clama ante las presentes.
– Una nueva voz –
Nisrin Abu Asale, estudiante de Derecho de 25 años la contempla sonriente. «Me representa totalmente, es la voz de la nueva generación», dice.
«Es una fuente de inspiración», agrega Yara Zahereldin, estudiante de Ciencias Políticas de 21 años, mostrándose especialmente satisfecha con el discurso de la candidata sobre la igualdad de oportunidades.
Pero el efecto Mreeh va más allá de las mujeres jóvenes ya que la candidata ha recibido los elogios del líder espiritual de la comunidad drusa, Muafak Tarif.
En las últimas décadas los drusos votaron al Likud, el partido de derecha de Benjamin Netanyahu, pero en las elecciones de abril optaron por Benny Gantz, explica a la AFP Yusri Jaizran, experto en Historia de Oriente Medio en la universidad hebraica de Jerusalén.
Todo indica que esta situación volverá a repetirse el 17 de septiembre. «Se debe principalmente a la frustración de los drusos, que se sintieron traicionados por la ley del Estado-nación», explica el experto. «La presencia de Gadeer Kamal Mreeh en la lista del partido centrista es innegablemente un argumento a favor adicional», concluye.