WWF cree posible que el lince vuelva a Bélgica, donde desapareció hace siglos
Bruselas, 22 may (EFE).- La organización ecologista WWF cree que es posible que el lince vuelva a reinstalarse en Bélgica, donde desapareció hace cientos de años, y prepara las condiciones para que hasta 75 especímenes puedan habitar en las Ardenas belgas.
«Hay dos zonas clave en el sur de nuestro país donde podrían prosperar alrededor de 75 linces», indica WWF Bélgica en un informe difundido este miércoles.
Tras un primer avistamiento de uno de esos animales en el valle de Semois, un parque natural en las Ardenas belgas, y un nuevo registro del mismo espécimen macho seis meses después, esa plataforma ecologista encargó un estudio a la Universidad Humboldt de Berlín «para comprender mejor y facilitar el desarrollo de este felino» en Bélgica.
La conclusión es que se podrían instalar 75 linces en Valonia, la región del sur de Bélgica, y en las zonas limítrofes.
La población más cercana a Bélgica de esos animales, en la región de los Vosgos de Francia, se encuentra a unos 180 kilómetros y cuenta con sólo una docena de esos felinos, mientras que la colonia más grande tiene 140 ejemplares y se encuentra en el valle Jura franco-suizo, pero situada a 300 kilómetros de la frontera belga.
Aunque las condiciones en Bélgica son buenas, los linces recorren sólo unos 130 kilómetros, por lo que las probabilidades de que se produzca una migración natural serían «muy escasas», y más aún debido a que tendrían que superar obstáculos como carreteras y ríos.
«Mientras esperamos el regreso del lince, WWF no se queda de brazos cruzados. En colaboración con socios como el Parque Nacional del valle de la Semois, queremos hacer nuestro país más acogedor para los linces (…) restaurando, conectando y protegiendo la naturaleza», indicó esa ONG.
WWF está acondicionando los bordes y los espacios abiertos de los bosques y restaurando hábitats amenazados para convertirlos en «reservas forestales integrales», lo que favorece la reintroducción del lince pero que también beneficia a la biodiversidad en su conjunto, desde los gatos salvajes a los tritones palmeados.
La organización destaca que el lince es un animal discreto y huidizo, lo que le convierte en «el felino que sigue siendo el gran carnívoro que menos daños causa al ganado y a los bienes humanos», lo que hace que no tenga la mala reputación de los zorros o los lobos.
«Los linces son muy diferentes de los lobos. Rara vez atacan a los animales de granja y, si lo hacen, solo matan uno o dos. No hacen una masacre en un rebaño», declaró el biólogo de WWF Corentin Rousseau, quien añade que no existen registros de ataques de linces a seres humanos. EFE
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