X, la ‘plaza pública’ de internet, vedada pero accesible en la clandestinidad en Pakistán
Amjad Ali
Islamabad, 17 abr (EFE).- Acceder a X, una de las redes sociales más populares del mundo con cerca de 600 millones de usuarios, es una odisea para quienes viven en Pakistán, donde las autoridades vetaron su uso poco después de las últimas elecciones generales, en febrero de 2024, y todavía no han levantado la prohibición.
Sobre el papel, la población paquistaní llevaría más de un año alejada de la ‘plaza pública’ de internet, en la que miles de usuarios comparten a diario su opinión sobre miles de temas, y Gobiernos de todo el mundo -incluido el paquistaní- anuncian sus últimos movimientos.
Pero en la práctica, gran parte de la sociedad de Pakistán evade el veto a diario y logra mantener el acceso a la red social del multimillonario Elon Musk gracias al uso de redes privadas virtuales, también conocidas como VPN, que también están bajo el escrutinio del Gobierno de este país asiático.
El veto de X en Pakistán se remonta al 17 de febrero del año pasado, apenas una semana después de unas elecciones generales empañadas por la violencia y los cortes de comunicaciones, alegando razones de «seguridad nacional».
Usar redes VPN para acceder a X
«Estamos usando VPN para acceder a X, lo cual es crucial para obtener información en tiempo real sobre todo lo que las autoridades bloquean en los medios de comunicación tradicionales, como los discursos de líderes de la oposición, incluido el ex primer ministro Imran Khan (hoy encarcelado) cuyo nombre ni siquiera se puede mencionar en televisión», dijo a EFE Farieha Aziz, cofundadora del grupo de derechos digitales Bolo Bhi.
Bolo Bhi es una organización de la sociedad civil enfocada en los derechos de libertad de expresión, derecho a la privacidad y derecho a la información, así como a la seguridad digital de los usuarios paquistaníes.
Según Aziz, «miles de personas dependen de las VPN para acceder a X, y también hay informes de que el gobierno planea bloquearlas y sólo permitir las que estén registradas».
La activista se refiere a una carta emitida el pasado noviembre por el Ministerio del Interior de Pakistán al regulador de telecomunicaciones paquistaní, en la que le pidió bloquear las redes privadas virtuales que el Gobierno considera ilegales, para frenar su uso por parte de «terroristas» y de aquellas personas que hacen uso de ellas para acceder a contenidos consideraos pornográficos y «blasfemos».
En respuesta, la Autoridad de Telecomunicaciones de Pakistán ordenó el registro obligatorio de las VPN en el país, antes del 1 de diciembre -plazo que acabó extendiendo- tras lo que prohibiría el uso del resto de redes privadas virtuales.
La batalla virtual entre Gobierno y usuarios ha provocado que los activistas critiquen que «la velocidad de internet también se ha reducido, lo que hace que (los dispositivos) tarden más en conectarse y descargar cosas».
Pero mientras que los usuarios virtuales culpan a las autoridades de estar detrás de esta bajada de la velocidad, el Gobierno insiste en que es el extendido uso de las VPN lo que lo provoca.
El uso de las redes privadas virtuales es habitual en distintos países del mundo para acceder a contenidos restringidos, pero también para aumentar la seguridad de los internautas y garantizar la privacidad y el anonimato de los mismos mediante el enmascaramiento de las direcciones IP y la ocultación de la actividad en línea.
El día a día del usuario clandestino
Así, mientras que la mayoría de personas en el mundo apenas necesitan un simple clic para acceder a X, en Pakistán esto supone a diario un proceso más laborioso y costoso -en caso de las VPN de pago-.
En Pakistán, X es además uno de los principales vectores de comunicación utilizados por la oposición liderada por el encarcelado ex primer ministro, el carismático ex jugador de críquet Imran Khan, muy activo en la red social.
Sus correligionarios del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) utilizan la red social para difundir imágenes de las movilizaciones que llevan a cabo para exigir su liberación.
«La ironía es que los propios funcionarios del gobierno (actual, liderado por Shehbaz Sharif), incluido el primer ministro, están usando VPN para gestionar sus cuentas en X. Si X es tan perjudicial para la seguridad nacional como ellos afirman, ¿por qué lo usan ellos mismos?», dijo a EFE la activista por los derechos digitales Nighat Dad.
Dad piensa que «todo esto se debe a las críticas de la población por el papel desmesurado de los militares en los asuntos políticos, y es un intento del gobierno y el ejército por silenciar la disidencia». EFE
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