En México, tercera colonia suiza de América Latina
A diferencia de Argentina o de Brasil, México no fue el fin del viaje de oleadas de suizos en pro de un mejor mañana.
Empero, el esplendor de su paisaje, la calidez de su gente y su privilegiada ubicación geográfica, atrajeron a miles de entre ellos.
Entre la generalidad de los ciudadanos de pasaporte con cruz blanca que llegaron a México, la búsqueda de nuevos horizontes no entrañaba apremios económicos.
Son 4 mil 700 los miembros de la comunidad suiza que incluye profesores, artistas, investigadores, misioneros, filántropos, hippies, pro zapatistas … pero, a decir del cónsul helvético en México, Tiziano Bassi, “gran parte de la colonia está integrada por hombres de negocios o hijos de empresarios”.
Según estadísticas oficiales, el 70% de los suizos residentes en México (unos 3 mil 300) tiene también el pasaporte verde con el águila sobre un nopal devorando a una serpiente y, justamente, el 40% del total eligió el mismo destino que los aztecas para erigir su residencia, es decir, la capital del país.
Comparados con sus 15 mil compatriotas afincados en Argentina o los 13 mil en Brasil, los suizos en México pueden parecer pocos. Sin embargo, cabe recalcar que los contingentes hacia el sur americano comenzaron más temprano, fueron masivos y obedecían a motivaciones muy otras.
Nótese también que si Suiza, con unos siete millones de habitantes, cuenta unos cinco mil en México. Este último, con alrededor de cien millones, tiene una cantidad similar en el país europeo, de acuerdo con la cónsul mexicana en Berna, Graciela Gómez.
Y, para mayores coincidencias: La generalidad de los mexicanos en Suiza también pertenece a una clase con solidez cultural y económica.
El fortalecimiento de las colonias en uno y otro lado del Atlántico, se ha robustecido, lo mismo que los nexos de los dos países a lo largo y ancho de diversos rubros.
swissinfo y la colonia suiza
En ese contexto, swissinfo conversó con representantes de la colonia helvética: dirigentes de grandes firmas, emprendedores independientes que apostaron por México, jóvenes comprometidos con causas locales, artistas, misioneros que cambiaron su molicie primer mundo por una convivencia con los más pobres entre los pobres de México: los indígenas.
Unos y otros nos hicieron partícipes de su experiencia en una tierra que les era ajena y que muchos terminaron amando como propia. Nos hablaron de sus encuentros, de sus sorpresas, de sus ilusiones, pero también de sus desencuentros y vicisitudes.
Desde este lunes, le ofrecemos una serie que da cuenta del sentir de esos representantes de la ‘Quinta Suiza’ con domicilio en los Estados Unidos Mexicanos.
Clima de estabilidad
Merced al clima de estabilidad de este país del norte americano, los suizos que hicieron de él su residencia no padecen los desencantos políticos o financieros que han ganado las calles de Caracas o Buenos Aires.
En el asilo suizo-franco-mexicano-belga hay un solo ciudadano de la Confederación Helvética que invierte parte de su tiempo frente a su ‘lap-top’, que entra y sale a bordo de su vehículo y que vive en la institución en un departamento propio.
Pero ni siempre, ni todo en México ha sido ‘miel sobre hojuelas’.
Muchos suizos recuerdan el catastrófico desplome de los precios del petróleo en los que el gobierno de José López Portillo (1976-1982) había cifrado las ilusiones del país y, más recientemente, el despertar del 1º de Enero de 1994 con una guerrilla inédita y el cierre del año con un derrumbe económico igualmente inesperado.
Instituciones helvéticas
Tampoco todos aquellos cuyo origen está en alguno de los 26 cantones de la Confederación, viven en México como en ‘la Tierra Prometida’.
La Sociedad Suiza de Socorro se consagra a paliar el desamparo de ciudadanos con derechos en Berna. Se trata fundamentalmente de familias de inmigrantes que sembraron su simiente y desdeñando el fruto, se repatriaron en condición de soltería.
“Nuestra finalidad es ayudar a compatriotas necesitados, a ancianos desamparados, viudas, enfermos sin sostén financiero, niños sin el padre suizo que los dejó a su madre mexicana”, explica Hans Zurbrügg, al frente de ese organismo humanitario.
Fundada hace 40 años, la Sociedad había sufrido la misma suerte de algunos de sus actuales beneficiados: el olvido. Sin embargo, hace unos 10 años, un grupo de suizos, entre los cuales Hans Zürbrugg, la sacaron de su marasmo.
Actualmente la institución reúne unos 150 mil pesos por año (cerca de 22 mil francos) mediante una trama de colectas, cenas, bailes, desfiles de modas. Eventos de la vida en rosa que contribuyen a disipar las sombras de otras vidas: lentes para la señora tal, el hospital de aquel, la silla de ruedas para aquella otra … Y, cada año, una beca para un alumno del Colegio Suizo.
Las niñas mexicanas de las damas suizas
Otra de las entidades de asistencia con sello helvético es la Asociación Benéfica de Damas Suizas, con 150 socias y presidida por Jacqueline Zurbrügg.
“Nuestra ayuda se distribuye entre tres instituciones para niñas huérfanas o cuyas madres trabajan, otra para chicas con problemas mentales y el asilo (suizo-franco-mexicano-belga) de ancianos de Coyoacán”, precisa la dirigente.
La población de las cuatro primeras, unas 500 jovencitas, es local y cuenta con el apoyo del grupo helvético para la adquisición de alimentos y de ropa. A los abuelitos del asilo las Damas les organizan una fiesta para Pascuas y otra para Navidad, amén de visitas regulares a lo largo del año.
Para reunir los fondos que requiere su obra, las señoras suizas organizan los sempiternos ‘tés-canasta’, desfiles de modas, las socorridas rifas, tómbolas y, el evento principal, un bazar navideño.
En torno a la Asociación Sesenta Plus se reúne medio centenar de suizos, desde el umbral de la tercera edad, para conversar y compartir los alimentos.
El Club Suizo
Pero la institución helvética con más años en México es el Club Suizo.
Fundado en los años cuarenta en un predio de 10 mil metros cuadrados de la Colonia del Valle, un barrio de holgada economía en el sur de la capital, el centro empezó a funcionar con más de 50% de suizos entre sus asociados.
Seis décadas después la situación es distinta:
El crecimiento urbano alejó al sur de la capital, surgieron nuevos y pomposos barrios residenciales en áreas periféricas, el Club donó 2.500 metros cuadrados para la ampliación del vecino Colegio Suizo y el número de socios suizos disminuyó a sólo 10%.
También en la directiva del Club, Hans Zurbrügg lamenta el abandono: “Los suizos ya no viven en la Del Valle. Muchos se fueron a las Lomas, Satélite, Tecamachalco, y no tienen mayor interés en formar parte del club”.
Cada año, por ejemplo, languidece el número de asistentes a la celebración del Día Nacional (el 1º de Agosto) y a las actividades que organiza el Club -conferencias, exposiciones, mesas redondas- asisten pocos parroquianos.
¿La indiferencia, las enormes distancias de la metrópoli, la inseguridad? Tal vez un poco de todo. Pero ese coctel de desapego no merma el ánimo de los responsables del Club Suizo que en cada fiesta nacional reúnen los acordes de las marimbas mexicanas con el nostálgico lamento del cuerno alpino.
Marcela Águila Rubín, México
Son 4 mil 700 los miembros de la comunidad suiza.
El 70% cuenta con la doble nacionalidad.
En Suiza hay un número similar de mexicanos.
La mayoría de los suizos que viven en México son empresarios.
La Sociedad Suiza de Socorro nació hace 40 años.
Atiende a personas desamparadas de origen suizo.
El Club Suizo de México cuenta seis décadas de vida.
Las Damas Suizas asisten a unas 500 niñas mexicanas.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.