Anders Arborelius, primer cardenal escandinavo en un país de mayoría protestante

Copenhague, 27 abr (EFE).- El obispo sueco Anders Arborelius, el primer y único cardenal escandinavo, suena como uno de los supuestos candidatos a nuevo Papa, aunque él mismo ve remotas sus opciones por provenir de un país abrumadoramente protestante.

«A los suecos nos parece divertido que un sueco pueda ser secretario general de la ONU o ganar partidos internacionales. Creo que hay algo de nacionalismo ‘light’ en todo eso. Me parece que es muy improbable», dijo en una entrevista reciente a la agencia sueca TT.

Arborelius es uno de los 133 cardenales menores de 80 años y, por tanto, elector del próximo pontífice y ha sido señalado como uno de los tres favoritos a suceder al Papa Francisco por el periódico francés Le Figaro.

En una rueda de prensa celebrada en Estocolmo tras la muerte de Francisco, Arborelius admitió que le había pedido a éste hace tiempo dejar de ser cardenal para regresar a su convento carmelita en Suecia y que su deseo fue concedido, aunque sin fijar una fecha concreta.

Es considerado un firme defensor de la doctrina de la Iglesia, particularmente contra la posibilidad de permitir que las mujeres sean diáconos o de bendecir a parejas del mismo sexo.

Arborelius es partidario de acoger a los inmigrantes en Europa, igual que Francisco, a quien definió tras su muerte como alguien que tenía «algo esencial que compartir» y que no juzgaba a nadie.

Su interés por los marginados y su carácter tranquilo han hecho que miembros de la comunidad católica sueca lo comparen con Francisco.

«Él tiene el encanto latinoamericano, si se puede decir así. Como sueco, yo no lo tengo, yo soy mucho más tímido», admitió recientemente a TT.

Nacido en Sorengo (Suiza) de padres suecos, creció en Lund (sur de Suecia) y, a los veinte años se convirtió al catolicismo.

Ingresó un año después en el convento de los carmelitas en Norraby (sur), recibió los votos en 1977 en Brujas (Bélgica) y, dos años más tarde, fue ordenado sacerdote en la localidad sueca de Malmoe.

En 1998 fue nombrado obispo, el primero de nacionalidad sueca en adquirir ese puesto en cuatro siglos, ya que todos sus antecesores habían sido extranjeros desde que, en 1523, el rey Gustavo Vasa aplicó en Suecia la reforma luterana y se separó de Roma.

Fue el propio Francisco quien lo nombró cardenal en 2017, lo que le valió la distinción de sueco del año por la revista Fokus.

En esa misma entrevista, Arborelius rechazó la imagen de que existan disputas entre fuerzas progresistas y conservadoras en el seno de la Iglesia, y resaltó que el nuevo Papa debe ser alguien «profundamente enraizado en el Evangelio»

Preguntado por los principales retos del nuevo pontífice, apuntó a «la secularización, el materialismo, la diferencia entre pobres y ricos y la opresión».

Arborelius hizo estudios en idiomas modernos (inglés, español y alemán) en la Universidad de Lund y ha estudiado también teología y filosofía en las de Brujas y Roma.

En un país de más de 10,5 millones de personas se calcula que la Iglesia Católica tiene en Suecia alrededor de 130.000 miembros, muchos de ellos población de origen inmigrante.

Fundada en 1953, la diócesis de Estocolmo es la única de Suecia y agrupa a 39 parroquias. EFE

alc/cae/jgb