«Pedimos mano de obra y llegaron personas»
Muchos inmigrantes de la primera generación ya están jubilados y uno de cada tres decide quedarse en Suiza.
El proyecto ¡ADENTRO!® busca promover su integración en la sociedad de acogida y forma a mediadores socioculturales. Estos voluntarios, miembros del colectivo hispanoparlante, están retirados de la vida laboral.
Ha transcurrido casi medio siglo desde la llegada de aquellos primeros inmigrantes españoles, italianos o portugueses que vinieron a Suiza en los años 50, 60 y 70 en busca de un porvenir más próspero. Hoy, muchos están próximos o ya han alcanzado la edad de la jubilación y su número se duplicará de aquí al año 2010. La Oficina Federal de Estadística estima que a finales de esta década serán unas 123.000 personas.
Según un estudio, uno de cada tres regresa a su patria; otro tercio ‘va y viene’, es decir, vive a caballo entre su país natal y el de acogida; y el 30% restante se queda en la tierra de Guillermo Tell. Aunque siempre albergaron en sus corazones el sueño del retorno, son cada vez más los que deciden establecerse definitivamente en suelo helvético, donde viven y han echado raíces sus hijos y nietos.
Esta evolución plantea nuevos desafíos al sistema social helvético. Así, las residencias de la tercera edad ya estudian fórmulas para integrar a este colectivo en sus infraestructuras, «porque se prevé que en el futuro entrarán muchos extranjeros en estas casas», señala José Baños, mecánico tornero madrileño que llegó a Suiza en 1962.
Falta de información
Existe una problemática común a todos los jubilados, pero con algunos aspectos específicos en el caso de los trabajadores foráneos: por ejemplo, el conocimiento deficitario del idioma en la región germanófona del país, donde se hablan dialectos, lo que dificulta aún más el aprendizaje del ‘alto alemán’.
Varias investigaciones revelan, además, que los jubilados de ese colectivo presentan una mayor incidencia de enfermedades físicas o psíquicas que sus coetáneos helvéticos. Y es que las duras condiciones laborales y de vida han dejado huella en su salud.
Asimismo corren un mayor riesgo de padecer aislamiento social y de caer en la pobreza. Sin embargo, recurren diez veces menos que los suizos mayores a los servicios de asistencia domiciliaria (Spitex), como revela un estudio realizado en la ciudad de Berna.
«Efectivamente, la falta de información y, sobre todo, la falta del conocimiento de la lengua en los cantones de habla alemana hace que mucha gente desconozca las infraestructuras suizas», confirma José Baños, responsable del proyecto ¡ADENTRO!®! en Suiza.
Algunos no saben que sus aportaciones – durante décadas y, por ende, nada desdeñables – a los ingresos públicos, a través del pago de impuestos y cotizaciones a la seguridad social, les dan derecho no sólo a percibir una renta de jubilación, sino también a solicitar ayudas asistenciales y económicas si las necesitan.
Voluntarios y ‘multiplicadores’
El proyecto ¡ADENTRO!®, que nació en Alemania en 1994 y se extendió a Francia, Bélgica y Suiza en 1999, se ocupa de divulgar estas informaciones básicas sobre el sistema social y de salud suizo. Su objetivo principal es promover la integración de los inmigrantes mayores – españoles o hispanoparlantes – en la sociedad de acogida.
La idea es que los mismos afectados – nadie mejor que ellos conoce sus necesidades específicas – tomen las riendas de su futuro, participen activamente en el desarrollo de iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de su colectivo.
Estos voluntarios, que se forman como animadores y mediadores socioculturales en el proyecto, tienen una función de ‘multiplicadores’: en un futuro podrán asesorar a sus compatriotas y coetáneos en temas económicos, sociales y de salud, y compartir con ellos los conocimientos adquiridos en el proyecto.
En esta capacitación adquiere un significado central la reflexión sobre la propia biografía, explica José Baños. Para que los participantes «manifiesten un poco más sobre su llegada, su procedencia», se utiliza la técnica del ‘collage’, «porque muchos no están acostumbrados a hablar de una serie de cosas».
Las imágenes que recortan y pegan les sirven para rememorar los episodios más importantes de su vida y responder a una serie de preguntas clave: «¿Valió la pena la llegada a este país? ¿Dónde estoy? ¿Qué voy a hacer a partir de ahora? ¿Cómo voy a seguir mi vida?». Además de ayudarles a «hacer un balance de su vida y a asumir la propia historia», este ejercicio contribuye a su crecimiento personal, mejora sus competencias comunicativas y fomenta su autoestima.
Proyecto modelo, pero…
¡ADENTRO!® fue calificado como proyecto modelo en el informe oficial de Suiza ante la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento de Naciones Unidas, realizada en Madrid en abril de 2002. Sin duda es ejemplar y pionero, «pero podría estar mejor si contáramos con recursos», puntualiza José Baños.
La ciudad y el cantón de Zúrich financian con 2.500 francos anuales una de las actividades del proyecto; por el momento es la única aportación económica. Otras instituciones helvéticas y el IMSERSO español (Instituto de Mayores y Servicios Sociales) patrocinan los seminarios anuales en torno al tema ‘migración y tercera edad’ que organiza la Federación del Movimiento Asociativo Español en Suiza (FEMAES).
Los españoles que emigraron en los años del franquismo «descargamos el desempleo y los gastos sociales; al mismo tiempo mandábamos divisas», subraya José Baños, contribuyendo así al denominado ‘milagro español’. «Pero ya nadie se acuerda de esto y hoy en día se dan unas subvenciones (por parte de la administración española) que son ridículas para el trabajo tan importante que estamos haciendo», concluye. «De verdad, nos sentimos muy desamparados, pero que muy desamparados en este tema».
Y tampoco hay que olvidar que los túneles, las carreteras, la red ferroviaria y tantas otras infraestructuras helvéticas se construyeron con mano de obra extranjera. El aporte de los inmigrantes de la primera generación al desarrollo económico, social y cultural de este país fue significativo.
Cuánta verdad había en esa frase llena de contenido social, político, económico – pero sobre todo humano – que formulara ya en 1965 Max Frisch: «Pedimos mano de obra y llegaron personas». Las palabras del escritor suizo recobran hoy más vigencia que nunca.
swissinfo, Belén Couceiro
El proyecto ¡ADENTRO!® nació en Alemania en 1994 y en 1999 se extendió a Francia, Bélgica y Suiza, países a donde emigraron muchos españoles en los años 50, 60 y 70.
Su objetivo principal es promover la integración de los inmigrantes mayores en la sociedad de acogida mediante una red de animadores socioculturales hispanoparlantes que se forman en el proyecto para poder asesorar a sus coetáneos en cuestiones económicas, sociales o de salud.
¡ADENTRO!® fue calificado como proyecto modelo en el informe oficial de Suiza ante la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento de Naciones Unidas (Madrid, 2002).
La Comisión Federal de Extranjeros y el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) patrocinan los seminarios anuales en torno al tema ‘migración y tercera edad’ que organiza la Federación del Movimiento Asociativo Español en Suiza (FEMAES), junto con la Confederación Europea de Asociaciones Españolas de Padres de Familia, y en colaboración con las instituciones suizas Pro Senectute y Spitex.
El próximo seminario tendrá lugar del 1 al 3 de diciembre en la ciudad de Solothurn.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.