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Tras las huellas del delito, desde Lausana

Nuevas técnicas par seguir la huella de un crimen. Keystone

El Instituto Forense de la Universidad de Lausana, creado hace más de 100 años, es la primera institución universitaria de medicina legal del mundo y una de las pocas en Europa. Investigar las huellas dejadas en el lugar del crimen es pan de cada día de Pierre Margot, su director.

Margot, de 61 años, es uno de los más destacados expertos internacionales en huellas dactilares. Su labor ha sido reconocida por la Academia Americana de Ciencias Forenses. En 2011 recibió el galardón Douglas M. Lucas, el “premio más prestigioso en el campo de la ciencia forense”, como informa la Universidad de Lausana.
 
“No existe el crimen perfecto”, dice Pierre Margot. “Tampoco la investigación perfecta”, añade con una carcajada. La siguiente es una entrevista en el instituto de estudios forenses más importante del mundo.

swissinfo.ch: Estamos en el primer instituto universitario de estudios forenses en el mundo. ¿Por qué se fundó precisamente en Suiza?

Pierre Margot: Fue pura casualidad. La idea se remonta a un estudiante alemán. Archibald Reiss Rudolph llegó a la Universidad de Lausana a fines del siglo XIX para hacer un doctorado en Química. Le apasionaba la fotografía y también le interesaba sus aplicaciones en el campo científico.

 
Tras conocer a un pionero de la policía científica, Reiss comenzó a organizar cursos de formación. Y gracias a su iniciativa, en 1909 se fundó la primera Escuela de Medicina Forense del mundo.

swissinfo.ch: ¿Y cuáles son los planes de su instituto?

P. M.: Me gustaría ampliar el conocimiento para entender mejor la información que contiene una pista o las huellas dactilares que deja un criminal. Se trata de desarrollar una “cultura de la huella” que permita extraer las informaciones que contiene la huella dactilar.

swissinfo.ch: ¿Trabajan ustedes en estrecha colaboración con las autoridades de investigación?

P. M.: No directamente. Solamente trabajamos en casos reales por encargo de un fiscal o juez. Cada año realizamos cientos de pesquisas en todo el mundo.

swissinfo.ch: ¿Qué es más satisfactorio? ¿Condenar a un culpable o exonerar a un inocente?

P. M.: Diría salvar a un inocente, aunque desde el punto de la víctima siempre es mejor condenar al culpable. Pero corresponde al tribunal decidir. Personalmente, me siento satisfecho cuando puedo proporcionar una información útil para tomar esa decisión.

swissinfo.ch: Usted ha recibido el premio Douglas M. Lucas 2011 por su “papel pionero”. ¿Qué significa?

P. M.: Es el reconocimiento internacional a todo mi trabajo en el análisis de las huellas dactilares. Algunas de las técnicas que he desarrollado son utilizadas hoy rutinariamente por la policía. Desde 1989 nuestro Instituto está considerado como un referente en materia de huellas dactilares y goza de prestigio por su formación y su visión epistemológica de las huellas.

swissinfo.ch: ¿Cuáles son las técnicas para comprobar e identificar huellas dactilares?

P.M.: Existen diferentes métodos, físicos o químicos. Su aplicación depende del tipo de superficie y de la pista. Tradicionalmente se rocía un polvo especial sobre la superficie.
 
También podemos ‘cubrir con polvo’ una huella bajo el agua, gracias a un agente que identifica los rastros de grasa que deja un dedo. Esta técnica, que desarrollé en Australia, permitió identificar a los responsables del atentado contra el Rainbow Warrior. De esta manera descubrimos que agentes franceses habían colocado una bomba en el barco de Greenpeace.
 
Además, podemos utilizar la luz para identificar los aminoácidos que emiten los dedos. Nuestro instituto fue el primero que desarrolló técnicas basadas en la reacción anticuerpo antígeno.

swissinfo.ch: ¿Las huellas dactilares son pruebas inequívocas o existe un margen de error?

P. M.: La huella es una representación imperfecta del diseño en la punta de los dedos: cuanta más calidad tiene la huella, menor es el margen de error.

A menudo el error no está en la impresión sino en la interpretación. Esto se vio después de los atentados de Madrid en 2004. En algunas bombas que no estallaron se encontraron huellas dactilares incompletas. El FBI las contrastó con las que tiene registradas en su base de datos y con un abogado de Oregón. Dos semanas más tarde nos dimos cuenta del error colosal.

swissinfo.ch: ¿La introducción hace una década de las pruebas de ADN ha cambiado su manera de trabajar?

P. M.: El ADN es un nuevo método para identificar el origen de una huella. Es revolucionario ya que en teoría basta una sola célula para poder efectuar una identificación. Esto nos permitió establecer una relación entre casos concretos en los cuales previamente no habíamos visto ninguna relación.
 
El aspecto negativo es que en algunos países, por concentrarse tanto en el ADN, se descuida un poco la búsqueda de otras pistas. El ADN tiene un potencial enorme, pero eso no es suficiente.

swissinfo.ch: Llevo una hora en su oficina. ¿Qué huellas he dejado?

P. M.: En la silla con seguridad una cantidad de fibras textiles. A eso se agregan células de la piel, algún cabello y restos de saliva. Y en su persona se puede encontrar el polvo que proviene de mi escritorio, y huellas de mi apretón de manos.
 
Sería difícil convencer a un juez de que usted no ha puesto un pie en esta sala…

Nació en 1950.

Estudió en la Universidad de Lausana (UNIL). En 1974 recibió su Diploma en Medicina Forense y Criminología.
 
En la Universidad Strathclyd, en Glasgow (Escocia), se doctoró con un trabajo sobre hongos venenosos y alucinógenos.
 
Después de estudiar en los Estados Unidos y Australia, en 1986 asumió la dirección del Instituto Forense y Criminológico de la Universidad de Lausana.
 
Junto con su equipo desarrolla nuevos métodos de investigación, especialmente en el campo de las huellas dactilares.
 
En 2011, la Academia Americana de Ciencias Forenses le otorgó la distinción Douglas M. Lucas.

La huella digital es determinada por los dermatoglifos (surcos y protuberancias) que se muestran en la última articulación del dedo.
 
Los dermatoglifos se forman desde la fase fetal, en el 4° o 5° mes del embarazo.
 
Dos características de las huellas digitales son importantes. En primer lugar, la persistencia más allá del tiempo (las huellas dactilares no cambian), y la individualidad (cada persona tiene su propia huella dactilar).
 
En caso de heridas pequeñas, la piel de la yema del dedo vuelve a crecer de tal manera que mantiene su característica anterior.
 
Las huellas dactilares se utilizan desde mediados del siglo XIX para investigar delitos.
 
Desde 1984 funciona en Suiza el Sistema Automático de Identificación de Huellas Dactilares, AFIS por sus siglas en inglés.

El banco de datos de AFIS almacena 22.437 huellas dactilares duplicadas (el pulgar) , 748.860 huellas de los 10 dedos y 52.979 huellas dactilares no asignadas exactamente.
 
(Datos de fines de 2010, Oficina Federal de la Policía)

Traducción: Rosa Amelia Fierro

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