2006, año de bonanza para la industria

El sector relojero vendió 28 millones de piezas al mundo; miró a Oriente y asestó un repunte histórico de sus ventas.
La actividad farmacéutica y la maquinaria exportaron más de 80% de su producción, y redujeron sus inventarios al mínimo durante los últimos 12 meses.
La actividad económica fue próspera en lo general para Suiza durante el 2006 y la industria, una de sus ramas más sólidas, registró un desempeño positivo.
Hacía 10 años que las empresas helvéticas no observaban sus pedidos crecer 9,5% en 12 meses y muchas habían olvidado ya lo que era registrar un stock –productos en almacén- inferior al 0,5% de su producción como sucedió este 2006, según confirman las cifras de la Oficina Federal de Estadística (OFS).
El balance anual es positivo a todas luces. Y por rama de actividad, la que más destacó fue la relojera, seguida de la industria química y la de fabricación de maquinaria.
A continuación, lo más relevante de los últimos 12 meses.
Relojería a tope
Este año, la industria relojera creció 10,5% en promedio, 3,5 veces más rápido que la economía como conjunto; con lo que se convirtió en la actividad estrella del sector secundario y del mercado exportador.
Cada día emplea a 44.500 trabajadores, se constituye por 500 empresas y sólo en 2006 habrá producido unos 27 millones de relojes.
El 95% se dirigen al consumidor extranjero, es decir, casi 25 millones de relojes, cuyo precio promedio es de 380 francos.
Vista desde la perspectiva de las divisas, la actividad de la industria del reloj se traducirá para el país en ingresos del orden de los 12.100 millones de francos suizos, y las perspectivas para el 2007 son igualmente sólidas. Todo según datos de la Federación de la Industria Relojera Suiza.
Lo más relevante del año
Al inicio del año (15.01), el presidente de la Federación de la Industria Relojera Suiza, Jean-Daniel Pasche, anticipó que el potencial de crecimiento del año se centraría en Asia y también en la Europa del Este (con Polonia y Hungría a la cabeza).
Su previsión se cumplió: 40% de la venta de relojes suizos se dirigió a Estados Unidos, Hong Kong y Japón, mercados que le generaron más de 5.000 millones de francos suizos de ingresos. En segundo término en las prioridades colocaron a Italia, Francia, Alemania y Reino Unido, en ese orden.
Para dar un espaldarazo a los artículos de lujo, el 06.03, se inauguró ‘Baselworld’, el salón para promocionar relojería y joyería internacional: 160.000 m2 dedicados en Basilea para recibir 90.000 clientes de un centenar de países. La acogida superó las expectativas de los organizadores.
Un poco después (18.04), la Federación se quejó de los estragos que aún le genera la fabricación de piezas pirata, que sólo 2006 se produjeron 25 millones de ellas, 80% justamente en territorio asiático, lo que provocó pérdidas para los relojeros suizos por más de 1.500 millones de francos.
Pero el evento más relevante del año, para el sector tuvo lugar el 02.06, con el revés que le propinó el gobierno chino, quien en abril anunció la aplicación de un nuevo impuesto del 20% sobre artículos de lujo, gravamen que la Secretaría de Estado de Economía (Seco) de Suiza consideró discriminatorio y solicitó fuera eliminado.
Y en junio, el gobierno chino argumentó que esta tasa no es discriminatoria porque no se aplica sólo a los relojes suizos, sino a todo producto de lujo nacional o extranjero, y es «una decisión que no contraviene ningún principio de la Organización Mundial del Comercio (OMC)», argumentó tajante Jin Renquing, ministro de Finanzas chino.
Industria de la maquinaria
La industria de la maquinaria, del equipo eléctrico y los metales (MEM) fue otra de las actividades destacadas en 2006.
Un sector que involucra más de 920 empresas de todos los tamaños y genera 320.015 empleos fijos cada año, como confirma la Industria Suiza de la Maquinaria, Equipo Electrónico y Metales (SwissMEM).
Este año, las ventas se concentraron en equipos que, por su desarrollo tecnológico, han sido capaces de reducir entre 15 y 25% el tiempo y los costos de producción de compañías de todo tipo.
Los más cotizados son aquellos dedicados al campo (tractores sobre todo), a la fabricación de alimentos, y a la medición de alta precisión (utilizadas en la relojería).
En 2006, según cifras preliminares, las ventas de la industria de la maquinaria sumaron 41.200 millones de francos suizos, de los cuales poco más de 36.700 millones se derivaron de las exportaciones, que representan más de 80% de las ventas anuales.
Los pedidos aumentaron 25%, según la OFS, y la demanda de maquinaria suiza en el extranjero avanzó 24,7%, según Swissmem.
Farmacéutica a tope
La actividad química-farmacéutica ocupó otro lugar estratégico dentro de la industria suiza en 2006.
Con 250 empresas y generadora de 63.600 empleos, le reportó al país ingresos del orden de los 118.300 millones de francos suizos este año.
El 80% de la producción fue vendida en el extranjero. Y su principal fortaleza fue, a juicio de la Sociedad Química y Farmacéutica de Suiza, la oferta de productos de especialidad (más de 300.000 en el mercado), que representan el 90% de su producción.
Medicamentos para la atención del cáncer o el desarrollo biotecnológico son dos ejemplos de lo anterior.
Las cuentas de las farmacéuticas vivieron un 2006 extraordinario. Roche, Novartis y Serono, entre otras, consiguieron un repunte histórico en sus ventas y en sus utilidades (en todos los casos superior al 20%).
Y productos estrella, como el Tamiflú de Roche, único antiviral considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como capaz de atajar una epidemia de gripe aviaria en los humanos, observaron disparar su facturación anual en más de 80%.
Simultáneamente, no obstante, el 2006 fue un año que cuestionó la imagen de las principales farmacéuticas suizas. El libro «El precio de los medicamentos» (03.10) escrito por Josef Hunkeler cuestiona abiertamente el hecho de que el precio de los productos deje fuera de su consumo al 70% de la población mundial, en algunos medicamentos.
swissinfo, Andrea Ornelas
La industria suiza representaba la principal actividad económica de Suiza a mediados del siglo XX, en las tres décadas posteriores fue desplazada por los servicios.
La actividad relojera es una de las más destacadas. Se desarrolla en los cantones de Neuchâtel, Berna, Ginebra, Solothurn, Jura y Vaud.
Tras vivir su apogeo en los 60, cayó en picada en los 70, cuando la producción de relojes de cuarzo en Asia desplazó a la producción suiza. Hace dos décadas, el empresario Nicholas Hayek la revivió al crear el concepto Swatch.
Resultado del dinamismo que vivió la industria en el 2006:
Suiza registró un superávit comercial superior a los 9.500 millones de francos suizos.
El sector de la alimentación, bebidas y tabacos creció 19%.
El de instrumentos de precisión, 15,2%
Los productos químicos avanzaron 13,5%
Y la industria textil sólo 2%

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