El director de la agencia nuclear de la ONU viaja a Teherán para abordar el programa iraní
Teherán, 16 abr (EFE).- El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, llega hoy a Teherán para comenzar el jueves una ronda de reuniones con las autoridades iraníes en un momento de conversaciones entre Irán y Estados Unidos.
Grossi llegará a la capital iraní por la tarde de este miércoles y se reunirá el jueves con el ministro de Exteriores, Abás Araqchí, y jefe de la Agencia de la Energía Atómica de Irán (AEAI), Mohamed Eslami.
«El compromiso y la cooperación continuos con el Organismo son esenciales en un momento en el que se necesitan urgentemente soluciones diplomáticas», dijo el argentino cuando se confirmó la visita al país persa.
No se ha hecho pública la agenda de las reuniones en Teherán, pero el OIEA tiene varias cuestiones abiertas con Irán, como son el rápido enriquecimiento de uranio al 60 %, cercano a 90 % necesario para una bomba, y el limitado acceso de sus inspectores en el país.
El organismo de la ONU lleva además años tratando de aclarar el origen de trazas no naturales de uranio detectadas en tres localizaciones que Irán nunca declaró como parte de su programa atómico.
Grossi ha exigido en los últimos meses «medidas y respuestas concretas» lo antes posible de Irán, a quien pidió «hablar lo antes posible» acerca de su programa nuclear con un enriquecimiento cercano al «militar».
Los comentarios no fueron bien recibidos en Teherán, donde Eslami afirmó que se espera que el director del OIEA «hable y actúe de manera imparcial y profesional, libre de sesgos políticos».
Irán posee ahora 8.294 kilos, 274 kilos de ellos a una pureza del 60 %, muy por encima de los límites del pacto de 2015 nuclear de 300 kilos de uranio a un máximo del 3,67 %, según datos del OIEA.
El acuerdo de 2015, firmado entre Irán y seis potencias, limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones, pero el presidente estadounidense, Donald Trump, lo abandonó unilateralmente en 2018.
El país persa ha mantenido siempre que su programa nuclear es exclusivamente pacífico, mientras que Occidente sostiene que no existe una justificación civil creíble para la magnitud de sus ambiciones atómicas.
Negociaciones con Estados Unidos
La visita de Grossi tiene lugar cuando han comenzado negociaciones entre Irán y Estados Unidos en busca de un acuerdo nuclear en Omán, donde se llevó a cabo una primera ronda la semana pasada y el sábado se producirá un nuevo encuentro.
Las negociaciones se producen de manera indirecta entre delegaciones encabezadas por el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, y el enviado especial estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, con diplomáticos omaníes como intermediarios.
La Casa Blanca aseguró que la primera ronda fue «positiva y constructiva» y que suponen un «paso adelante para lograr un resultado mutuamente beneficioso», y Teherán la calificó de «constructiva».
El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó ayer que los primeros pasos de las conversaciones con Estados Unidos fueron «bien», pero subrayó su desconfianza hacia Washington.
Teherán y Washington mantienen diferencias incluso acerca de qué se debe negociar.
Irán solo quiere hablar de su capacidad nuclear, cerrando la puerta a su desmantelamiento o a discutir su programa de misiles o su apoyo a grupos regionales como los hutíes del Yemen o Hizbulá.
Pero Witkoff insistió ayer en su objetivo es incluir el potente programa iraní de misiles balísticos en las negociaciones que mantiene con la República Islámica. EFE
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