El nuevo primer ministro libanés se compromete a formar Gobierno «lo antes posible»
Beirut, 21 ene (EFE).- El nuevo primer ministro del Líbano, Nawaf Salam, se comprometió este martes a formar Gobierno «lo antes posible» y a no incurrir en demoras de «meses», como ha ocurrido en el pasado debido a desacuerdos sobre el reparto de carteras entre los diferentes bloques políticos.
«Trabajaré día y noche para formar Gobierno lo antes posible, porque las tareas por hacer son grandes y su nacimiento no tomará meses como otros Ejecutivos anteriores», afirmó tras mantener un encuentro con el presidente libanés, Joseph Aoun, en el Palacio Presidencial a las afueras de Beirut.
Aoun fue elegido el 9 de enero para acabar con más de dos años de vacío en la jefatura de Estado y apenas cuatro días más tarde los bloques parlamentarios ofrecieron su apoyo a Nawaf Salam como nuevo primer ministro del país, liderado por un jefe de Gobierno en funciones desde mayo de 2022.
Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) hasta su nombramiento, tiene ahora el encargo de formar Gobierno, la última gran tarea pendiente para completar las instituciones más básicas del Líbano.
El reparto de carteras se suele consensuar entre todas las formaciones políticas para lograr un Gabinete que contente a todas las partes y con representación de los diferentes grupos religiosos, algo que en los últimos años ha llevado a prolongadas demoras e incluso a la dimisión de varios primeros ministros designados.
Sin embargo, el nuevo primer ministro expresó este martes su oposición al «sistema de cuotas» y defendió que quiere un Gobierno «de progreso», dando a entender que busca un reparto meritocrático y que no pasará por el aro de las demandas realizadas por un grupo u otro.
«El Ministerio de Finanzas no es monopolio de un grupo religioso ni le está prohibido (ostentarlo), y todas las carteras están bajo mi soberanía. Me comunico con todos los bloques parlamentarios y les escucho, pero yo soy el que forma Gobierno y no soy un buzón de correos», zanjó Salam.
Algunos expertos creen que el departamento de Finanzas acabará en manos de los chiíes, representados por los grupos Hizbulá y Amal, para evitar que estos tengan ministros al frente de otras áreas principales como Defensa e Interior, vinculadas a asuntos de seguridad.
La elección de los nuevos presidente y primer ministro ha sido vista como un batacazo político para Hizbulá, que apoyaba a otros candidatos y que ha quedado militarmente diezmada tras la intensa ofensiva israelí contra el Líbano del pasado otoño. EFE
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