TRAVEL_Habitaciones no sólo con vista a la montaña
A falta de una verdadera industria turística, los pueblos pintorescos entre Davos y San Moritz han optado por un enfoque poco convencional para atraer visitantes.
La asociación Agua y Pan tiene una lista de lugares excepcionales para quedarse en el Valle Albula. Figuran allí establos, residencias de ancianos y casas encantadas.
Cuando se entra al restaurante «Bellaluna» se accede a la escena de un crimen. Paula Roth, propietaria del restaurante y leyenda local, fue asesinada justo detrás de la puerta.
Han pasado casi 20 años desde su muerte brutal en manos de ladrones. Las manchas de sangre fueron borradas hace tiempo, pero el espíritu de Paula sigue omnipresente.
Hace algunos años los hermanos Brazerol compraron la vieja casa, hicieron amplias renovaciones y la convirtieron en un fino restaurante, club nocturno moderno y una especie de santuario en su memoria.
«Sin ella el Bellaluna no hubiera sido posible, nunca hubiéramos tomado esta empresa», dice Bruno Brazerol.
Legendaria
El temperamento ardiente de Paula, su incomparable humor y sus peculiares hábitos la convirtieron en una leyenda de su tiempo. Una protesta pública se habría desatado si las autoridades hubieran tratado de cerrar el restaurante por razones sanitarias o por vender alcohol sin licencia.
Sus óleos «naif», sus curiosas cabezas esculpidas en papel triturado y sus poemas enmarcados decoran las paredes del «Bellaluna».
Fue gracias a la colorida historia de Paula que el «Bellaluna» pudo ingresar en la lista de proyectos Agua y Pan y la razón por la cual nos detuvimos aquí.
«Está previsto para gente complicada, o mejor dicho, para vacaciones complicadas de gente sencilla, porque se tiene que dormir en lugares inhabituales o en lugares con historias fascinantes como el Bellaluna», explica Brazerol.
Cama en el maizal
Brazerol y los otros responsables del proyecto velan para que se incluya el aire acondicionado si se reserva «una cama en el maizal», uno de los otros 11 lugares donde se puede pernoctar. Ellos describen el aire acondicionado como «una fresca brisa del norte o del sur, condimentada por un olor de tierra».
Agua y Pan (por esto el nombre del proyecto) propone luego pijamas de prisionero para pasar la noche en la celda de una cárcel medieval en el pueblo de Bergen.
En otra parte, el establo de vacas encima del pueblo de Tiefencastel ha sido convertido en un espacio con vistas impresionantes sobre las montañas y pueblos que salpican el valle.
Se duerme sobre cojines de heno, bajo edredones de lana caliente, en un lugar que ha sido meticulosamente limpiado para ser habitado por huéspedes de dos piernas. La gente lo ocupa cuando, en el verano, las vacas son evacuadas y llevadas afuera, a los pastos alpinos.
«Es la simplicidad del alojamiento combinada con los bellos alrededores», señala Arthur Albertine, propietario de la granja de cría de ganado, cuando explica la fuerte demanda.
El carro gitano
«Queríamos hacer algo diferente para promover el turismo en la región», añade Erika Brenn, presidente de la Asociación Agua y Pan. Brenn y su marido manejan una granja orgánica de carne de ternera en el bucólico pueblo de Stierva.
Los Brenn no ofrecen camas ni desayuno en su granja pero sí alojamiento en carros pintados como aquellos que románticamente se asocian con gitanos y circos.
El desayuno no está incluido en el precio, pero directamente en la granja se pueden comprar carne, setas almíbares y otras provisiones pueden conseguirse en la tienda del pueblo cercana.
«Vivimos en un valle remoto y el contacto con la gente de afuera es muy importante para nosotros por varias razones», señala Brenn.
«Es importante para el desarrollo de nuestros hijos, nos ayuda a ser más abiertos de espíritu y también a vender nuestros productos», agrega.
El escenario está situado en la Suiza oriental, una región tan bella como cualquier región de los Alpes suizos. Con una gran ventaja: ha escapado a los daños habituales del paisaje causados por las infraestructuras turísticas como los complejos de hoteles y apartamentos y los remontes de esquí.
Aunque no prosperan, los pueblos por lo menos permanecen intactos y muchos tienen todavía sus propias escuelas y tiendas. La región cuenta con el servicio de los Ferrocarriles Réticos, y los autobuses llegan hasta las más remotas comunidades de montaña.
Pero la mejor manera de explorar la región es a pie, empleando la excelente red de senderos de excursión para ir de pueblo en pueblo y de una cama a la siguiente dentro del proyecto Agua y Pan.
Silla de ruedas accesible
Sin duda la Casa Envia es el alojamiento más cómodo propuesto en la lista, con un servicio de 24 horas.
El espacio, en la residencia de ancianos, está dotado con una cama de control electrónico, un teléfono con números de botones grandes y un cuarto de baño suficientemente grande para moverse en un tanque pequeño o al menos en una silla de ruedas.
También esta llena de gente que puede contar una o varias cosas sobre la historia de la región.
«No era fácil de definir», recuerda George Janett, de 87 años de edad, refiriéndose a Paula Roth. «Era muy original y tenía sus altos y bajos. No temía echar a puntapiés del restaurante a los clientes y algunas veces habría utilizado su arma para ahuyentar a la gente», añade.
Durante la cena en el restaurante, dando ojeando una rica biografía ilustrada de Paula Roth, la camarera sugiere con una sonrisa: «antes de entregar la publicación debe leer el capítulo donde se describe el asesinato».
swissinfo, Dale Bechtel, en Filisur
(Traducción : J.Ortega)
Los precios oscilan entre 20 francos suizos (16 dólares) por una noche en el maizal, hasta 95 francos suizos por una habitación en la residencia de ancianos.
El alojamiento está situado dentro y en los alrededores del Valle Albula.
Tiefencastel, principal estación de tren del valle y de acceso por carretera, está a dos horas en tren de Zúrich, con un cambio en Chur.
Un abono para tres días en un autobús de los correos para explorar la región vale 40 francos suizos.
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