Hamás anima a los sirios a «alzarse sobre los dolores del pasado» tras la caída de Al Asad
Jerusalén, 9 dic (EFE).- El grupo islamista palestino Hamás animó este lunes al pueblo sirio a «alzarse sobre los dolores del pasado» y celebró su «éxito», después de la caída del régimen de Bachar al Asad a manos de los insurgentes islamistas.
El grupo, aliado de Irán, publicó un raro comunicado en el que sin referirse directamente a la coalición de milicias que con el apoyo de Turquía tomaron Damasco ayer de madrugada, después de 12 días de ofensiva, reafirmó su apoyo a los sirios y a su integridad territorial.
El mensaje es muy diferente al del grupo chií Hizbulá, otro satélite iraní que hasta la escalada contra Israel en la frontera libanesa tenía gran presencia de combatientes en Siria.
Hasán Fadlalah, uno de los parlamentarios del grupo, dijo en un discurso, recogido por la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), que «lo que está ocurriendo en Siria es una transformación importante, peligrosa y nueva», y que se necesita tiempo para evaluar los efectos que tendrá en el «eje de la resistencia» que lidera Teherán, y del que también forman parte Hamás, los hutíes en Yemen y otras milicias proiraníes de Irak y Siria.
En su mensaje, Hamás confió en que el pueblo sirio logrará «atravesar esta etapa delicada» y mantener su «papel clave» de apoyo al pueblo palestino y a su resistencia contra Israel.
El grupo islamista aprovechó además para criticar a las autoridades israelíes por su toma de la zona desmilitarizada en los Altos del Golán, en territorio sirio, y sus ataques contra depósitos de armas del régimen de Al Asad, medidas que según Israel son temporales y tienen como objetivo garantizar la seguridad de la frontera hasta que la situación en Siria se estabilice.
Las relaciones entre Hamás y Al Asad se rompieron hace más de una década (y solo las retomaron en 2022, tras el acercamiento de Israel a Turquía y Catar), cuando el movimiento islamista palestino respaldó públicamente el levantamiento popular iniciado en 2011 contra el Gobierno del presidente sirio y abandonó su sede en Damasco en 2012, una medida que enfureció a Irán.EFE
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