La multinacional helvética dio a conocer un importante acuerdo con la primera prueba ciclista del mundo por etapas. Pese a los problemas de dopaje que han empañado la imagen de la justa, la dirección de Nestlé considera que el "Tour" de Francia es un extraordinario medio para hacer conocer su nuevo producto: agua embotellada.

'La Nestlé Aquarel' puesta en el mercado desde mayo de 2000 en forma simultánea en Alemania, Bélgica, España, Francia, Luxemburgo y Portugal, es embotellada en cuatro países.

Con Aquarel, Nestlé ingresa en el muy exclusivo club de los patrocinadores de la Vuelta a Francia. La multinacional no precisó el monto de su participación, pero Jeff Caso, vicepresidente de marketing del grupo, dio a entender que la inversión asciende a alrededor de 4.5 millones de euros.

Es evidente que Nestlé considera que aún es rentable invertir en el ciclismo en momentos en que la Vuelta a Francia tiene dificultades para separarse del dopaje.

Nestlé constata que el "Tour" se mantiene como el primer espectáculo popular gratuito a nivel mundial. Se prevé que este año la prueba reunirá de nueva cuenta a unos 1.5 millones de espectadores sobre las carreteras de Francia y unos dos mil millones de telespectadores en el mundo entero.

El compromiso de la multinacional coincide con la instrumentación de una rigurosa política de lucha contra el dopaje. Las medidas aprobadas por la Unión Ciclista Internacional, la Federación Francesa de Ciclismo y el Ministerio de Justicia y de Deportes, convencieron a Nestlé para que se lanzara a la aventura.

Jacques Allaman, Paris

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