Patronal agraria presiona para que se rebaje protección europea al lobo y España lo acate
Bruselas, 2 dic (EFE).- La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) española presionó hoy para que el comité permanente del Convenio de Berna apruebe que el lupus canis pase de «estrictamente protegido» a «protegido» en la UE, y que España acate esa decisión.
«Nosotros no buscamos la extinción del lobo. Somos ganaderos, hemos convivido durante milenios con el lobo y no queremos que se erradique (…) pero no queremos soportar todo el daño», dijo el presidente de ASAJA Galicia, Francisco Bello, en un simposio organizado en vísperas de una decisión crucial sobre ese carnívoro y apoyado por el principal grupo de presión agrario de la UE, Copa-Cogeca.
En Galicia, añadió Bello en Bruselas, hay actualmente 93 manadas con unos 800 lobos que generan 1.600 ataques y en torno a 3.000 cadáveres de animales, lo que evidencia que ese animal «no está para nada en (peligro de) extinción en Galicia y en general en los territorios al norte del Duero en España».
Mañana, miércoles, el comité permanente del Convenio relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural de Europa, conocido como Convenio de Berna y dependiente del Consejo de Europa, decidirá si acepta rebajar la protección al lobo, aunque la decisión formal se conocerá oficialmente el viernes.
El punto está en la agenda de la sesión que se celebrará mañana en Estrasburgo (Francia) a petición de la UE, después de que la Comisión Europea propusiera que ese carnívoro pasara de estar «estrictamente protegido» a «protegido».
Según los datos que maneja el Ejecutivo comunitario, y que contestan algunas organizaciones ecologistas, apuntan que la población casi se ha duplicado en una década, de 11.193 ejemplares en 2012 a 20.300 en 2023.
El Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, aprobó el pasado septiembre la propuesta de la Comisión Europea, con los votos en contra de España e Irlanda, las abstenciones de Eslovenia, Chipre, Malta y Bélgica y el apoyo del resto de Estados miembros.
El cambio deberá ser aprobado por mayoría en el comité permanente de la convención, pasará después a las partes de la Secretaría General del Consejo de Europa y entrará en vigor tres meses después, si no hay objeciones.
Se espera que el cambio prospere y que después la Unión Europea modifique la Directiva Hábitats, pero los Estados miembros de la UE aún podrán mantener un estatus de protección más elevado si así lo desean, y los agricultores españoles sospechan que así procederá el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
«Muchos nos tememos que el ministerio no está dispuesto a modificar el estatus del lobo ocurra lo que ocurra mañana», dijo la secretaria general de ASAJA Asturias, Ángeles González, quien señaló que en su comunidad autónoma mueren al año 3.000 animales en ataques de lobos.
Los ganaderos reciben en torno a un millón de euros en compensaciones, pero esto «no cubre todos los daños» ni el «lucro cesante».
«Es una cuestión de supervivencia del medio rural», comentó en el mismo foro organizado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, el popular Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien dijo expresarse también en nombre de las comunidades autónomas de Galicia, Cantabria, Aragón y Madrid.
Suárez-Quiñones recordó que por «dogmatismo cultural» el Gobierno de España introdujo en 2021 el lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE), lo que impide su control poblacional en todo el territorio español, y «lo hizo en contra de todas las comunidades loberas de España».
«El año pasado hubo más de 5.000 cabezas de ganado muertas a causa de los lobos», dijo el consejero castellanoleonés, quien agregó que «Castilla y León tiene más lobos que toda Francia» y que en España hay al menos 333 mandadas, lo que supone una progresión del 12 % respecto al último inventario.
A su lado, la eurodiputada española Esther Herranz (PP) indicó que «la recuperación del lobo es un orgullo para todos los españoles y los europeos» pero se corre el riesgo «de morir de éxito» y subrayó que las normas que protegen al lobo en Europa se pensaron y elaboraron hace más de treinta años.
«La ganadería extensiva es la que más sufre los ataques», y estos generan «efectos económicos y psicológicos sobre los ganaderos y sus familias», afirmó Herranz, quien pidió buscar un «equilibrio entre la protección razonable del medioambiente y la biodiversidad» con la «viabilidad de las actividades económicas».
El europarlamentario español de Jorge Buxadé (VOX), por su parte, consideró que la protección del lobo «no es una cuestión técnica (…), es una cuestión política».
«El lobo forma parte de nuestra cultura, nadie quiere eliminar al lobo (…), pero eso no puede ser en detrimento de otro colectivo que ya está criminalizado (…) por el cambio climático», resumió Buxadé.
El responsable de ASAJA en Bruselas, José María Castillo, señaló al cierre del acto la votación sobre el lobo como una «petición de auxilio al Gobierno de España» y pidió a Bruselas que las políticas de salud mental de la UE tengan en cuenta también a los ganaderos afectados por los ataques de lobos. EFE
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