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Las nuevas tensiones con Washington hacen sombra a la reconciliación palestina

La bandera de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ondea en sus oficinas en Washington, el 18 de noviembre de 2017. EEUU tiene intención de cerrar esta representación, lo que ha abierto nuevas tensiones con la Autoridad Palestina afp_tickers

La repentina tensión en las relaciones entre la Autoridad Palestina y la administración Trump coincide con el intento de los principales grupos palestinos de mantener el impulso de la reconciliación.

Estados Unidos, destacado actor en la región, informó a la Autoridad Palestina de su intención de cerrar la representación de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en Washington.

“Pondremos en suspensión todas nuestras comunicaciones con esta administración estadounidense”, advirtió por su parte el secretario general de la OLP, Saeb Erekat.

Un responsable del departamento de Estado norteamericano, que requirió el anonimato, explicó que la decisión estaba fundada en las intenciones palestinas de llevar ante la Corte Penal Internacional a dirigentes israelíes.

Esta fuente dejó a entender asimismo que el futuro de la oficina de la OLP se vería en un plazo de 90 días, durante los cuales los palestinos tendrían que convencer al presidente estadounidense, Donald Trump, de su compromiso en “negociaciones directas y serias” con Israel.

La OLP es reconocida por Israel y la ONU como la representante del pueblo palestino. Es esta organización la que negoció los acuerdos de Oslo que desencadenaron en la creación de la Autoridad Palestina, prefiguración de un Estado internacional reconocido.

La Autoridad ha tomado el relevo de la OLP como principal institución política e interlocutor con los dirigentes extranjeros. Mahmud Abas es el presidente de ambas organizaciones.

– Incertidumbres –

Las amenazas de cierre de la representación palestina tienen lugar en un momento de mucha incertidumbre en torno al conflicto israelo-palestino.

El proceso de paz está en suspenso desde hace más de tres años. Trump llegó a la Casa Blanca proclamando alto y fuerte que quería presidir el acuerdo “último”, el que ninguno de sus predecesores logró firmar.

Desde enero, ha dejado que varios enviados muy cercanos, entre ellos su yerno Jared Kushner, actúen en el más estricto secreto, sin que se sepa cuándo se presentará un posible plan.

En un contexto regional inestable, las intenciones exactas de Trump siguen siendo un misterio. Por el momento, el presidente estadounidense no se ha mostrado a favor de la solución de dos Estados, la referencia de una gran parte de la comunidad internacional y de los palestinos.

Al mismo tiempo, la Autoridad Palestina y el movimiento islamista Hamas concluyeron recientemente un destacado acuerdo.

Tras diez años de divergencias, los otrora hermanos enemigos se reunieron el 12 de octubre en El Cairo para que Hamas, que gobierna solo en la Franja de Gaza, transfiera los poderes en este territorio a la Autoridad Palestina el 1 de diciembre.

Hamas expulsó a la Autoridad de Gaza con las armas en 2007. Desde entonces, la Autoridad solo gobierna, con las restricciones impuestas por la ocupación israelí, en zonas de Cisjordania.

– Nueva perspectiva –

El martes, Hamas, el Fatah laico y moderado que domina la Autoridad y una decena de grupos se reunirán en la capital egipcia para proseguir las negociaciones, pese a la persistencia de temas discordantes fundamentales.

Siendo las divisiones palestinas uno de los principales obstáculos para la paz en Israel, el regreso a Gaza de la Autoridad, interlocutor de Israel, podría reabrir una nueva perspectiva para la solución del conflicto.

El 1 de noviembre, Hamas hizo un gesto significativo al devolver a la Autoridad la responsabilidad, del lado palestino, de los puestos fronterizos entre Israel y Egipto.

El presidente Abas, sin embargo, no ha levantado las sanciones financieras impuestas en 2017 para obligar a Hamas a cederle el lugar.

Además, el tema del control de la seguridad y el futuro del brazo armado de Hamas siguen estando en el aire.

Ni hablar de entregar las armas y reconocer a Israel, aseguró a la AFP Basem Naim, un alto responsable de Hamas.

Naim espera que en las discusiones de El Cairo se evite abordar el tema de la seguridad para “centrarse en las medidas prácticas, principalmente en el ámbito civil, del gobierno”.

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