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En Mosul, una clínica improvisada cerca del frente para atender a los civiles

Un médico atiende a un civil herido durante la evacuación de la población cercana al frente en el oeste de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, el 24 de abril de 2017 en una clínica temporal cercana afp_tickers

Cerca del frente y en medio del estruendo de las explosiones, los voluntarios se apuran en una clínica improvisada en tratar a los civiles heridos en los combates entre fuerzas gubernamentales y yihadistas en la ciudad de Mosul.

Decenas de heridos son transportados cada día a esta clínica establecida hace una semana por una ONG iraquí en el barrio de Al Jadida, en el centro del oeste de Mosul, que las tropas gubernamentales arrebataron al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Mahmud Musa, de 34 años, forma parte de los ingresados. Resultó herido en la cara cuando huía de su barrio, Tenek, que las fuerzas de la policía federal reconquistaron el martes después de una semana de intensos combates contra los yihadistas.

“Me hirieron cuando huía del barrio”, cuenta a la AFP mientras resuena el ruido de las explosiones y de los helicópteros que sobrevuelan el sector.

“Afortunadamente ningún otro miembro de mi familia resultó herido. Se fueron antes que yo y me esperan para que seamos transferidos a un campo” de desplazados al sur de Mosul, segunda ciudad del país, conquistada por el grupo EI en junio de 2014 y que las tropas iraquíes intentan recuperar totalmente.

Apoyadas por Estados Unidos, estas fuerzas retomaron varios barrios del oeste de Mosul desde febrero y acorralan a los yihadistas en la Ciudad Vieja, donde viven cientos de miles de personas. En enero, las fuerzas iraquíes recuperaron los barrios del este.

– “Nada para comer” –

Los que consiguieron huir de los sectores yihadistas y llegar a la clínica de Al Shabjun cuentan su miedo diario y las durísimas condiciones de vida.

“La gente ya no tiene nada para comer. Incluso el agua es algo poco común”, dice Musa. “Nos utilizan (los yihadistas) como escudos humanos y matan a cualquiera que intente salir”.

En los barrios ‘liberados’ del oeste de Mosul, las fuerzas iraquíes desplegadas en los múltiples controles de carretera verifican las identidades para garantizar que los yihadistas no se infiltren entre los civiles que huyen.

Los habitantes son transferidos a los campamentos de desplazados a la espera de que los yihadistas sean totalmente expulsados de sus barrios. Después, regresan.

“Dáesh (acrónimo en árabe del grupo EI) utiliza igualmente armas químicas. Acaban de lanzar cloro contra posiciones militares”, dice un oficial a cargo de un hospital de campaña militar, señalando dos tiendas instaladas cerca y destinadas, según él, a la descontaminación.

– No hay suficientes médicos –

Para Aziz Myassar, un médico en el centro médico de Al Shabjun, es urgente instalar otras clínicas cerca de las líneas del frente para ocuparse del creciente número de civiles heridos.

“Hemos abierto este centro hace una semana. Está considerado como uno de los más cercanos a las líneas del frente”, dice, añadiendo que recibe “cada día decenas de casos” de civiles heridos por los disparos de los yihadistas.

Fue creado con fondos de la iraquí Health Access Organization, que envió igualmente un equipo médico de más de 40 personas.

Uno de los médicos es Ahmad Wael, un residente del este de Mosul que realiza cada días dos horas y media de ruta para llegar a la parte occidental de la ciudad.

“No tengo elección. Quiero ayudar a la gente y no hay muchos médicos en el oeste de Mosul”, asegura.

Recuerda cuando era doctor en el este de Mosul en los tiempos de los yihadistas. “Trabajábamos bajo amenaza. Los médicos no estaban autorizados a tratar a mujeres enfermas salvo en casos de urgencia e incluso ahí un miembro de la Hisba (la policía religiosa del grupo EI) debía estar presente”.

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