Revuelo político a la vista en Túnez tras el sismo electoral
Los tunecinos se despertaron el lunes sacudidos por el resultado de la primera vuelta de una elección presidencial poco habitual, cuyos primeros puestos fueron revindicados por dos candidatos “antisistema”.
El profesor universitario sin partido Kais Saied encabezaba los resultados, con 19% de votos, por delante del publicista encarcelado Nabil Karui (14,9%), según los primeros datos publicados por la autoridad electoral (Isie), con el 27% de los sufragios escrutados.
El candidato del partido de inspiración islamista Ennahda, Abdelfattah Muru, llegaba en tercera posición (13,1%), según la misma fuente.
Si estos resultados se confirman, se trata de un terremoto para la clase política tunecina en el poder desde la revolución de 2011 y del inicio de un periodo de incertidumbre en el país, pionero de la “primavera árabe”.
El lunes, la prensa local daba muestra del inesperado resultado. “Un veredicto que no se esperaba”, afirmó el diario La Presse. “La bofetada”, tituló Le Temps en su editorial, mientras que el periódico Echourouk habló de un “sismo político” y Maghreb de “tsunami”.
En una primera reacción el domingo por la noche, el primer ministro Yusef Chahed, uno de los grandes perdedores de los comicios, llamó al campo liberal y centrista a unirse para las legislativas del 6 de octubre. También se mostró preocupado por la baja participación, según él, “mala para la transición democrática”.
La participación fue de 45,02%, un cifra muy baja respecto al 64% de la primera vuelta de la elección presidencial en 2014, según la Isie.
– Rechazo de las “élites”-
Las elecciones, en las que había 26 candidatos, se llevaron a cabo en un contexto de crisis social y económica, y en medio de una tendencia de rechazo a las élites políticas.
Karui, de 56 años, está detenido desde el 23 de agosto por “blanqueo de dinero”, y la justicia le ha denegado tres veces sus pedidos de liberación.
Si su resultado para la segunda vuelta se confirma, se tratará de una situación sin precedentes en el mundo para unos comicios presidenciales.
Karui, tachado de “populista” por sus detractores, ganó popularidad en los últimos años organizando distribuciones de comida y de electrodomésticos, actos muy mediatizados por la televisión que él mismo fundó, Nessma.
Luego, rompió con los círculos del poder, de los que se había mantenido cerca. “Nabil Karui surge del sistema, pero jugó la carta del pueblo contra el ‘establishment’, la clase política de la que salió se alió [entonces] contra él”, analiza el politólogo Hamza Meddeb.
Kais Saied irrumpió en la escena política de forma inesperada. Los tunecinos descubrieron a este constitucionalista, muy conservador sobre las cuestiones sociales, en los platós de televisión, donde comentaba temas políticos desde la revolución desde 2011.
No tiene ninguna estructura que lo apoye y nunca había participado en una campaña electoral. En estas últimas semanas, multiplicó los desplazamientos en el país.
– “Novedades” –
“Habrá novedades”, comentaba el lunes sonriente un panadero, Said. “Veremos qué pasará. De todas formas, lo que cuenta en Túnez es el parlamento”, agregó, en alusión a las legislativas que se celebrarán el 6 de octubre, antes de la segunda vuelta de la presidencial.
La elección pareció estar marcada por la falta de interés de los jóvenes, una parte del electorado crucial, que incluso el presidente de la Isie, Nabil Baffun, llamó a ir a las urnas, en una declaración una hora antes del cierre de los colegios electorales.
“¿Pero dónde están los jóvenes? Se trata de su patria, de su futuro”, se lamentó un elector sexagenario, Adil Tumi, en un centro de Túnez.
“Es el reflejo de un profundo desinterés por la clase política que no respondió a las expectativas económicas y sociales”, analiza para la AFP Hamza Meddeb. “El desprecio por la clase política parece traducirse en un voto para los ‘outsiders'”, agrega el politólogo.
