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Ankara promete extirpar de raíz la influencia del opositor Fethullah Gülen

Un simpatizante del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ondea una bandera turca en una protesta en un parque de Estambul el 19 de julio de 2016 afp_tickers

Cuatro días después de la intentona golpista contra el régimen turco de Recep Tayyip Erdogan, la vasta operación destinada a acabar con la presunta influencia del opositor exiliado Fhetullah Gülen se extendió a nuevos sectores, en particular a la educación en toda Turquía.

El Consejo de enseñanza superior (YÖK) demandó su renuncia a más de 1.500 decanos de universidades públicas y de las que están vinculadas a fundaciones privadas, según la agencia progubernamental Anadolu.

Según un conteo de la AFP, al menos 25.000 funcionarios, sobre todo policías y educadores, fueron suspendidos o destituidos de sus funciones en todos el país, en el marco de la “caza” de gülenistas.

Además, 9.322 militares, magistrados, policía son objeto de un procedimiento judicial, declaró el viceprimer ministro Numan Kurtulmus, sin dar más precisiones.

“Vamos a desterrarlos de manera tal que (…) ningún otro traidor, ninguna organización terrorista clandestina, o grupo terrorista separatista tendrá la audacia de traicionar a Turquía”, declaró el primer ministro Binali Yildirim, en referencia a los partidarios del predicador Fethullah Gülen, acusado de estar detrás del golpe.

No obstante, más temprano había matizado y buscando visiblemente tranquilizar a la comunidad internacional, al negar que haya un “espíritu de venganza” contra los golpistas puesto que “una cosa así es absolutamente inaceptable en el Estado de derecho”.

“Esta nación saca su fuerza del pueblo, no de los tanques”, ahondó Yildirim en el parlamento.

Las imágenes mostrando atrocidades contra los soldados golpistas que se estaban rindiendo desataron una gran polémica, sobre todo en las redes sociales.

“El nivel de vigilancia y de atención será importante en los próximos días”, advirtió el lunes el secretario de Estado estadounidenses, John Kerry.

Este martes, el Alto Consejo de Radio y Televisión turco (RTÜK) anunció que había retirado las licencias a las cadenas de televisión y radio cercanas a Gülen, es decir, los medios vinculados a FETÖ/PDY, acrónimos del movimiento de Gülen.

– ‘Ninguna diferencia con el EI’ –

Hasta ahora, al menos 118 generales y almirantes fueron detenidos, sospechosos de estar implicados en la intentona, según la agencia Anadolu, en lo que aparenta ser una importante purga de las fuerzas armadas.

Veintiséis generales y almirantes, entre ellos el exjefe de la Fuerza aérea, general Akin Oztürk, fueron puestos bajo detención preventiva tras ser inculpados, en particular de “intento de subvertir el orden constitucional” y de “intento de asesinato” del presidente Erdogan. Oztürk niega cualquier implicación y señala sin nombrarlos a los partidarios de Gülen.

El estado mayor dijo por su parte que “la aplastante mayoría de las Fuerzas Armadas turcas” no tuvo “absolutamente nada que ver” con la intentona golpista, y que los “traidores” que tomaron parte en “esta villanía” serán “sancionados de la forma más dura”.

Kurtulmuş también explicó que el golpe “no fue apoyado por la cadena de mando” del ejército. “Fue gente (los gülenistas) que hay en las fuerzas armadas que intentaron el golpe de Estado. No hay diferencia entre ellos y el (grupo yihadista) Estado Islámico (EI)”.

Rematando: “pero no actuaremos como esta banda. Lo haremos dentro de los límites de la ley”.

– ‘Informes’ de Gülen para Washington –

Respecto a Gülen, Ankara dijo haber enviado “informes” a Washington por sus presuntos vínculos con el intento de golpe, anunció este martes Yildirim.

Pero el clérigo, exiliado en Estados Unidos desde 1999, niega estar implicado en la intentona.

“Siempre he estado en contra de la intervención de militares en política interior”, dijo el lunes en una entrevista a la AFP en Estados Unidos. “En un panorama como éste, ya no es posible hablar de democracia, de Constitución, de una forma de gobierno republicano”, acusó el opositor, antiguo aliado de Erdogan y hoy su enemigo jurado.

Además dio a entender que el gobierno habría podido tener un papel en este intento golpista.

“Informaciones de la prensa indican que miembros del partido en el poder estaban al corriente del intento ocho, diez o 14 horas antes”, reveló.

– La vida de Erdogan amenazada –

El presidente Erdogan explicó en una entrevista a la CNN, que su vida corrió peligro durante la intentona golpista, aunque las condiciones de su repatriación de la ciudad de Marmaris (oeste), donde estaba de vacaciones, siguen siendo confusas.

“Si me hubiera quedado 10 o 15 minutos más en el hotel, me habrían matado, secuestrado o trasladado”, había dicho el lunes por la noche en una entrevista a la cadena de televisión estadounidense.

El mandatario también dijo que aceptaría volver a introducir la pena de muerte si el parlamento turco lo decidía. Anunció asimismo que en la reunión del consejo de seguridad nacional del miércoles “se tomará una decisión importante”.

En la jornada, la Agencia de Asuntos Religiosos (DIYANET), la más alta autoridad islámica del país, anunció que “el servicio religioso no será brindado” a las personas muertas en las filas rebeldes, cifradas en 104 hasta el sábado.

El balance oficial de muertos en las filas leales, alcanza a 204 personas, consideradas “mártires”.

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